..."Y mi nombre sin tí, se quedó vacío, como mis letras sin el reclamo que alguna vez te hice en sueños"... Reclamaciones nocturnas, cap. 25.
Vivo ocupado, a la sombra de la inmediatez entre la nostalgia y el olvido que lo desgasta todo, como un obrero sin luz prometedora, y cumplo, vegeto, rio sin gana, intento amar en el momento adecuado después de descubrir que nada es cierto..., pero intento tomar una senda diferente, lograr algo distinto, donde las cosas que hago tengan un sentido hacia la trascendencia sin ir a ciegas bajo tiento.
Engaño al cerebro y corazón por parte conjunta, he visto que las lunas no vienen a mi encuentro, nos hemos vuelto viejos juntos, a un mismo tiempo y a la misma distancia, cuantas cosas nos han ocurrido mientras tanto... Veo un trazo sobre mi frente, es el indicio de la marca que llevo en el pecho, mis manos ahora me han colocado por encima de mis propias expectativas, y sigo tras del mismo sueño.
Ahora intento cambiar de rumbo y de nuevo apareces, no llegó la esperanza pero regresó un amor que me recordó las noches a tu lado, los reclamos apagados, y aunque es tarde para retomar los textos de las épocas de ganas lejanas y ahora esquivas, me encuentro entre mil historias talladas a mano dura y sonrisa esquiva, enloqueciendo de a poco con cada nuevo trazo, mientras intento no perder lo poco que aún tengo y no detener el paso.
...Las cosas han cambiado ahora, roto el cristal del ensueño, me desnudo ante tu cuerpo cuando me has dado ya la espalda... Reseña de los días muertos, libro vigesimo segundo, cap. 32. |