Adiós al Niño desobediente
¡Desobediente!, responde!!,
¡Dime!, ¿porqué te has marchado?,
antes de convertirte en Hombre,
mi vida has marchitado!.
-
Niño malo, desconsiderado y cobarde,
que huyes despavorido,
cuando te toca ser Padre,
aunque mucho me has herido,
de Valiente tengo sangre,
y mi recuerdo de ti,
no alcanza para alegrarme.
-
A competir con el padre,
no se animan ni los Dioses,
aunque tu sí, lo intentaste,
contra consejos y voces,
y lo poco que lograste,
fue amargarme día y noche.
-
No encuentro razón cabal,
ni explicación convincente,
¿Cómo pudiste atentar,
contra mi propia Simiente?.
De ti esperaba más,
que este impensable incidente.
-
Está bien, ya, niño malo,
al fin de mi te libraste,
y el legado que dejaste,
se convierte en otro palo,
solo me resta un consuelo:
tu desprecio ha terminado.
------- -------
|