Construí, con los restos de un sucio diario amarillista,
Un delicado barquito de papel para ir en tu búsqueda,
Entre los mares de la tristeza y la amarga apatía
De los amores baratos que hartaron tu ternura.

Procuro llegar más allá, donde la lluvia alcanza tu corazón
Y el suave misterio borra el mundo con todo su infierno
Para dar paso al cielo de tus caderas donde yo ensueño.

Si naufrago que la marea me lleve a la orilla de tus pies,
Si los vientos me acompañan tan sólo pido
desembarcar en la comisura de tus labios
Y pernoctar tres noches en el paraíso de tu boca.