Hola Jesús, hace muchíiiisimo que no sé nada directamente de ti. ¿Cómo te va todo? Tengo la sensación de que eres la persona más ocupada del planeta, siempre rondando por estas plataformas pero, al mismo tiempo, ausente. ¿Cómo han ido tus primeras misas como sacerdote? ¿Eres ya un cura querido y reputado? Jaja
Me acordé anoche de ti, precisamente porque no podía acordarme de otra persona dadas las circunstancias...Una vez me dijiste que, cuando yo quisiera, te sorprendiera a base de preguntas e inquietudes relacionadas, evidentemente, con Dios.
En realidad no sé por qué me pasó, pero anoche, que por culpa de un café no pude pillar hasta bien tarde el sueño, me puse a pensar en la muerte (lo cual, lógicamente, me dificultó aún más el sueño...). El caso es que nunca antes había sentido tanto miedo ante la muerte, supongo que porque lo vi, o eso creo, demasiado claro...Y es que Jesús, igual es por la pretendida formación científica que me inculcan en la universidad, pero anoche era incapaz de creer que yo pueda seguir viviendo eternamente tras mi muerte biológica...Y como era incapaz de creer, quise reforzar mi creencia con argumentos sólidos...y cuantas más cosas se me venían a la cabeza, más miedo tenía a la muerte, a desaparecer...pensaba en antes de nacer, con la idea de que, posiblemente, la "sensación" sería la misma, pues no existes; evidentemente, no hay nada antes de nacer...lo cual, a la vez que me tranquilizaba, me horrorizaba...pensaba que después de haberme formado una identidad, una idea de mí, haber sido alguien reconocible en el mundo...era imposible que todo eso se fuese a la nada. Me acordé de personajes famosos e importantes de la historia, todos irremediablemente muertos, sin opción evidente alguna a escapar...dejando atrás un gran legado...o incluso los que no dejaron nada, los que nunca supieron leer, los que vivieron sólo para trabajar o para luchar...para sobrevivir, básicamente.
Y fue entonces cuando empecé a centrarme más en mí...¿de qué serviría mi nariz, mi lengua, mis tripas...? ¿De qué serviría mi cara producto de una evolución filogenética? ¿Y mis órganos? ¿De qué me servirían mis piernas, mis genitales...? Todo está concebido aquí para la vida, una vida que forzosamente tiene un fin...todos los órganos están concebidos para una función específica, que es mantener con vida al ser en cuestión y que se adapte al medio en el que ha sido creado...y mi cerebro, cuyas neuronas y las vías que forman no se regeneran al igual que el resto de las células, posiblemente sea el responsable de que tanto yo como la mayoría de las personas tengamos sentido de la identidad, tengamos conciencia y sepamos diferenciar el yo, el tú, el ello...que seamos conscientes de nuestra propia conducta...que seamos taaan parecidos a los animales (que, por cierto, supongo que no van al cielo...)...Sólo somos una especie más, cuya diferencia fundamental radica en la capacidad verbal que nos ha permitido formarnos un mundo simbólico inmenso e inabarcable...por lo demás, tenemos una constitución muy parecida al resto de los mamíferos terrestres...una nariz entre dos ojos, dos orejas a cada lado del cráneo...cuatro miembros....¿por qué he de pensar que somos más especiales? ¿Qué se supone que nos quedará en el cielo? ¿Estaremos en el cielo sin nuestras prendas, mostrando nuestras ya innecesarias partes pudendas? ¿Quedará de mí mi "alma" en forma de energía invisible, pues la totalidad de mis sentidos terrestres ya no servirán? ¿Para qué sirve mi cuerpo, mis órganos, mis sentidos...en un mundo donde no me hará falta nada para vivir, pues tendré vida eterna? ¿Y cómo es que he sido concebido a imagen y semejanza del mismo Dios?...Un chimpancé bien entrenado podría pasar bien por humano, incluso podemos confundir humanos con chimpancés....
En fin Jesús, espero que te haya quedado clara mi postura...Me encantaría pensar que no dejaré de existir, pero la lógica que me han enseñado me impide creerlo. Un abrazo.