He llegado a la cima de mi boca
a la cúspide de mi insomne empresa
he trepado al final de este cuaderno
con las redes ávidas y con el sueño alerta.
Si ahora puedo echar al fuego
todas mis guitarras y ver cómo se queman
y vuelvo a empezar la golondrina
por aquella primera primavera
Es que este itinerario de mis manos
siguió sin perderse su avisada estrella.
Tengo otro desierto que emprender para tus ojos
otro mapa de páginas y estepas
para construirle nidos a tus pestañas
y a tu corazón una extensa madriguera.
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Texto agregado el 28-01-2010, y leído por 109
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Lectores Opinan
28-01-2010
Hermoso en verdad. El ritmo del poema se siente acariciante, ìntimo. Felicidades. galadrielle