El molesto y conocido sonido del despertador me recuerda que los dias de vacaciones de Navidad han
llegado a su fin. Aún con la resaca que vive conmigo desde hace un par de días,he de levantarme para ir a
trabajar y enfrentarme a la montaña de papeles que seguro invaden mi mesa en el trabajo.

Mientras me visto,pienso en el nuevo año que acaba de comenzar y me digo a mí mismo que la vida va a
ser mejor,que estoy seguro que me irá mejor y estoy decidido a hacer todo lo imposible para que así sea.

Despues de desayunar me dirijo como cada dia hacia el quiosco,mis primeros "buenos dias" serán como
casi siempre para el simpatico señor que me guarda el periódico cada mañana..." Que raro,el quiosco está
cerrado"...es posible que sea demasiado temprano,hoy he salido bastante antes para evitar el desagradable
tráfico de la mañana.Con una preocupante sensación me dirijo hacia la fabrica...y mi sorpresa aumenta al ver
que el vigilante no está y que las luces de toda la fabrica están apagadas...intento no darle mayor importancia,
simplemente he sido el primero en llegar.Pero es cuando me siento en mi silla y empiezo a pensar cuando el
corazón me da un vuelco...Hoy no me he cruzado con el vecino con el cual coincido cada mañana en el portal
de mi edificio...ni he visto a la señora de la panedería de al lado barriendo la calle,preparandose para recibir
a los clientes...en la parada de autobus los estudiantes medio dormidos tampoco estaban...y ahora que me doy
cuenta he llegado tan rapido a la fabrica porque no había trafico...ni un solo coche,ni una sola moto,ni un solo
peaton intentando cruzar por donde no debe,ni un solo ruido,ni uan sola voz...NADA.

Mi cuerpo empieza a temblar y la angustia puede conmigo. Hago una llamada y mis dedos teclean lols números
torpemente. Nadie contesta... nadie acude a mis gritos de auxilio...salgo a la calle pero está vacía. El pánico se
apodera de mi cuerpo... ¿qué es lo que me está pasando? Estoy soñando...si, intento convencerme, un mal
sueño del que pronto despertaré....Me sentaré en el banco del parque, dónde cada día se sientan dos señores
mayores y que hoy no están, y esperaré a que suene el despertador...

Intento distraer mi mente, mientras el maldito despertador suena, recuerdo la pasada fiesta de fin de año, las
uvas, los brindis,los besos,las risas,los abrazos... la sangre se me hiela al recordar el deseo que pedí en los
clasicos juegos que se hacen para la entrada del nuevo año...Un sencillo juego en el que escribes en un papelito
un deseo para el año nuevo....No puede ser verdad, fué sólo un juego. Un juego de niños en los que pones un
poco de ilusión pero que en realidad sabes que jamás se cumplirá... Pero ahora entiendo lo que esta pasando...
todo empieza a tener sentido, de alguna manera mi deseo se había cumplido... todo el mundo había desaparecido.
Y ahora... sentado en medio de este silencio tan despiadado me doy cuenta de que no hay vida a mi alrededor...
estoy completamente solo....Pero eso no era lo que yo deseé, simplemente deseaba no sufrir como había sufrido
el año pasado....Entonces me vino a la mente la imagen de mi papelito con mi deseo escrito quemándose después
de las doce campanadas...

“Que jamás nadie vuelva a hacerme daño”