Aun sonríen aquellas rosas marchitas
Que el tiempo se las llevo
Están alegres y casi sin vida
Pero luchan por mantener su color

Coquetas, vanidosas y felices aún
No se dan cuenta que ya perdieron su luz
El tiempo ya se las consumió
Más perduran sus almas fragantes

Las huellas de lo que ellas fueron
Sólo están en sus corazones
Con sus tallos cortados
Y sus pétalos por doquier

El sol les alumbro sus hermosas figuras
La luna las baño con su claridad
Las estrellas admiraban su divinidad
Y ellas presumían tanta belleza

No falto quien las colocó sobre su nariz
Alguien tal vez las obsequió con mucho amor
Otros tan sólo las cortaron y luego las votaron
Pero al final todos las disfrutamos

Oh coloridas hermosas
Derramen su aroma sobre el amor
Que sus huellas permitan enredarse en la pasión
Que en nuestras manos se vean mucho mejor