Que paso con tus ojos?, me duelen los labios de tanto buscarlos en sombras del ayer, en matices perdidos de pintor frustrado, a donde estan tus tiernas manos, que rosaron hasta la parte mas distante de mi indiferencia, donde estan los dedos que caminaron lentamente por mi fe?, quien se los ha robado?
Hablame y piensa en mi como en algo tuyo, no te vayas, no te partas en dos como sino te doliera, como si a mi no me doliera, huellame, marcame con la sed esquiva de tu voz, protegeme del silencio que se expande sobre mi cuando no estas, cura mis heridas como estelas de mar que cantan tu nombre a las olas tras las que te escondes, mira mis alas heridas rasgadas en vuelos de búsqueda, dañadas por la falta de un adios que no me diste.
Hay silencios que duelen el tuyo mata y hace fulgurar rosas muertas que nunca existieron, pero que por tu ausencia estan mas muertas que nunca, no quiero rosas, ni siquiera tus ojos, ni tus manos, tampoco tu adios, solo quiero mi mas preciado anhelo; la hermosa maldición de escucharte.
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