El frío que recorre mis venas,
La desolación del paisaje,
forman parte de estas tinieblas
con cerradura y sin llave.

Una tormenta tan intensa
cae de mis ojos, que agotados,
se han hartado de ver imágenes
de rostros desconsolados.

Las pasiones y los colores
parecieran desvanecidos,
desgastados y apagados,
para siempre se habrán perdido.

Un gris que ahora reina esta tierra,
quitando la escencia de todo,
un gris que ahora, sin clemencia,
no deja más que destrozos.

Añoranzas e ilusiones:
¿Adónde se habrán esfumado?
Las he buscado en los rincones
más recónditos y apartados.

Y no están, jamás volverán.
Juro que las voy a extrañar.
prevalezca esta existencia
sin sentido, sin lugar
Hasta el día en que pueda soñar.