TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / salgoud / El pastel Viajero

[C:440002]

Capítulo I: Kurt y la Masa Mágica.

Eran los primeros días de diciembre y mamá tenía una pastelería en la calle Dulce, a la cual me gustaba ir muy seguido para ver como se hacían esos maravillosos pasteles, tortas y bollitos que devoraba con tanta ansiedad. Parecía un día normal como todos los demás, los hornos entibiaban el ambiente invernal de la tiendita, pero ese día en particular había un gran alboroto en la cocina, pues mamá había solicitado un pastel especial para mi, para celebrar mi cumpleaños que sería mañana.
Al viejo Kurt, que así se llamaba nuestro pastelero, era un señor muy alto,de unos dos metros y cerca de los 50 años; de pelo muy blanco, ojos muy azules, cuerpo bastante grueso y una cara regordeta que siempre estaba roja por el calor del horno. A Kurt le gustaba cantar mientras amasaba y preparaba los pasteles; decía que esto los hacían más dulces y felices, pero esa mañana entonaba una melodía diferente que había aprendido de su padre; un antiguo pastelero de Alemania, quien le había confiado todos los secretos de los pasteleros de la antigüedad. Cantaba esa melodía que mamá nunca había escuchado antes, era más alegre a las que usualmente le escuchaba a Kurt; era diferente... y por eso se acercó a la cocina para escucharla mejor, ya que el ruido de los autos en la calle no se lo permitía.
Ella siempre caminaba muy suave; decía que cuando era una niña todos se asustaban porque no la sentían llegar porque caminaba tan silenciosamente que parecía fantasma. Se acercó a la puerta de la cocina lentamente para poder atisbar por la redonda ventanilla de la gran puerta de roble. Pero no pudo ver mucho, ya que el calor que había dentro de la cocina empañaba los vidrios de humedad y vagamente podía ver la silueta de Kurt preparando los pasteles; así que decidió entrar.
Abrió suavemente la puerta para no interrumpirlo; pero hizo tan suave, que Kurt no la sintió entrar, y cuando la vio así tan de pronto, dio un gran brinco, uno tan grande; que la masa que tenía en las manos, dio tres giros en el aire y por poco se queda colgada de la lámpara del techo. Mamá se comenzó a disculpar por interrumpirlo y asustarlo de esa manera, pero Kurt estaba allí con los ojos abiertos como platos, mirando la masa que se había quedado flotando sobre su cabeza. Con un gesto de la mano le indicó a mamá que no se moviera y seguidamente se puso un dedo en los labios, para indicarle que no dijera una sola palabra más. Mamá hizo caso de todas sus señas, pero no entendía nada de lo que estaba ocurriendo; no es normal que una masa de pastel flote por el aire; fue en ese momento en que ella pensaba, cuando Kurt de un salto (otro más grande del que había dado antes) atrapó la masa voladora y la cubrió rápidamente con una paño. Su cara estaba totalmente transformada, mamá pensó que le iba a dar un ataque o algo peor, fue ahí cuando Kurt le hizo otra seña de que ya podía hablar.
Mamá comenzó nuevamente disculparse, pero Kurt la interrumpió diciéndole que lo que acababa de hacer iba a ser muy difícil de entender; porque lo que él cantaba cuando ella lo asustó, era una antigua canción alemana para pasteles alegres de cumpleaños; pero con el susto, él se había equivocado en la última frase y ahora la masa del pastel de cumpleaños ya no era una masa como las otras, era una masa mágica que tenía vida propia y podía volar. Mamá salió de la cocina riéndose de las tonterías que decía Kurt, que seguramente eran producto del susto que ella le había dado; pero Kurt insistía en lo de la masa mágica; tanto insistió, que al final mamá le dijo que se calmara un momento, que saliera a tomar aire fresco y volviera cuando el susto se le hubiera pasado.
Se alegró de que no hubieran clientes en la pastelería en ese momento, porque pensarían que el pastelero estaba loco y no volverían a comprar más allí; encendió la radio, para calmarse ella también del extraño suceso que había vivido recién. Ella también vio la masa suspendida allá en el aire sin nada que la sostuviera.... "-no-", se dijo a si misma, "-las masas no vuelan, no hay masas mágicas, esas son tonterías y nunca ocurren en la vida real-". Comenzó a ordenar los pasteles y fue por unos pocos más a la cocina para terminar de colocarlos todos en el mostrador refrigerado y así evitar que se descompusieran. Pero al entrar a la cocina dio un grito tan grande que hizo dar otro salto a Kurt que estaba afuera en la entrada de la tienda, quien entró corriendo lo más rápido que le permitía su gruesa figura. Encontró a mamá desmayada en el piso con cara de espanto, le dio a beber un poco de agua y la levantó suavemente para dejarla en una silla que tenía en la cocina.
Mamá seguía apuntando al techo con cara de espanto, sus ojos eran tan grandes que parecía que se le iban a salir. Kurt le preguntó que le había pasado y por qué estaba ella así tan asustada, pero mamá siguió en la misma postura y con los mismos ojos abiertos sin decir palabra alguna, así que optó por llamar a una ambulancia para que la llevaran al hospital y le dieran un calmante. Una vez que el doctor y la ambulancia se llevaron a mamá al hospital, Kurt regresó a la cocina a terminar lo que estaba haciendo; tomó la masa mágica, la puso en un molde y metió en el horno; mientras siguió cantando sus canciones pasteleras, se sirvió un chocolate caliente y cuando lo terminó, sacó al pastel del horno que ya estaba listo.

Capítulo II: El Pastel Mágico.

Lo decoró muy bonito, con crema y chocolate; le hizo una boca con una banana partida por la mitad, una nariz de frutilla y para finalizar le puso ojos, usando dos chocolates. No había acabado de hacer esto, cuando el pastel muy risueño le guiña un ojo de chocolate y le dice con su boca de banana:
Gracias, necesitaba ojos para poder ver a mi creador.- Kurt volvió a dar otro salto; tan grande como el que dio cuando mamá lo había asustado, al oír que el pastel le hablaba tan familiarmente.
No te asustes, No te haré nada malo.- Le dijo el pastel.
No te temo- le dijo Kurt.- Pero su cara decía todo lo contrario, (estaba tan blanca que parecía fantasma).
Pero no me mires con esa cara tan asustada- Le dijo el pastel.
me diste un tremendo susto al hablarme así sin avisar- le respondió Kurt.
¿y cómo te iba a avisar, si no era hablando?- Le dijo el pastel.
una señas tal vez, habría sido mejor- Le respondió Kurt.
Si no me hiciste manos, pues- Le dijo el pastel.
Lo siento mucho- le respondió Kurt.
no importa, se que soy un pastel de cumpleaños, y no tengo por qué tenerlas.-
bien, si quieres te hago unas, pero demorará un poco.-
No, gracias, así estoy bastante bien.-
¿Seguro que no las quieres?, tal vez las necesites si te pica la nariz.-
No, en serio, mi nariz no me picará, te lo prometo.- Le dijo el pastel poniendo carita de pícaro.
de acuerdo, no te las haré... pero... ¿y ahora qué haremos?- le dijo Kurt después de pensar un momento.
ya veremos, seguro encontrarás algo que hacer conmigo, ¿cierto?.-
bueno, no se en realidad... no es común por acá que los pasteles de cumpleaños hablen.-
¿no? vaya... pero se cantar muy bien, se muchas canciones alegres de cumpleaños.-
te creo, te creo... pero me refiero a que las personas de acá no van a entender que tu hables; se van asustar, te lo aseguro.-
No te preocupes; me quedaré bien calladito para que no se asusten, cantaré bajito y nadie se dará cuenta.-
Nooo, no cantes ni digas nada cuando veas a otra persona, me vas a crear problemas... más de los que ya tengo ahora.-
¿Estás en problemas?, dímelos y yo te ayudo a solucionarlos.-
Y fue allí que Kurt le contó todo al pastel de cumpleaños, de que en este mundo los pasteles no hablaban ni cantaba, porque la gente había perdido su capacidad de asombro de las cosas nuevas y habían perdido la fantasía de su niñez. Esto puso tan triste al pastel; que unas lágrimas de crema derretida comenzaron a escurrirse por su cara, dejando unas marcas que Kurt volvió a arreglar con otro poco de crema fresca.
¿Y por qué perdieron la fantasía?-, le preguntó el pastel.
pues verás; cuando los humanos crecen, pierden su capacidad de la fantasía debido a que se comienzan a preocupar por otras cosas.-
¿qué tipo de cosas?-
Pues cosas como sacar una carrera profesional y trabajar para comprarse una casa, un auto y hacer más dinero, para comprarse muchas cosas que a veces no necesitan; que no ayudan a darles felicidad, no la verdadera felicidad.-
¿carrera profesional?, ¿Trabajar?, Casa?, ¿auto?.... ¿que son todas esas cosas?-
Vaya, si que haces preguntas para ser solo un pastel de cumpleaños.-
Es que soy nuevo por acá, ¿me puedes explicar?.-

Y Kurt pacientemente le explicó todo lo que el pastel le preguntaba, estuvieron así charlando durante horas, conversaban de la ciudad, de el mundo actual y de la Internet. tantas horas conversaron, que se hizo de noche y Kurt se disculpó un momento para ir a cerrar la pastelería; ¡se había olvidado por completo de ello!, estaba tan entretenido conversando con el pastel que se olvidó de la pastelería, y se asustó de pensar que tal vez había entrado a robar sus pasteles que estaban en el mostrador. Pero por suerte ese día hacía tanto frío en la calle, que nadie había salido a caminar siquiera o a comprar, por lo que pudo cerrar la tienda sin que nadie notara nada extraño y volvió a la cocina para seguir hablando con su nuevo amigo, el pastel.
¿Dónde estabas?.- le preguntó el pastel.
Pues cerrando la tienda, así nadie nos molestará mientras conversamos.-
pues no me voy a quedar mucho rato más, tengo algo urgente que hacer.-
¿Cómo... qué es eso tan urgente que tienes que hacer y cómo es que te vas a ir si no puedes caminar? no tienes piernas.-
Ahora eres tú el que hace muchas preguntas.- le dijo el pastel con cara risueña.
Pues claro, si hace un rato estábamos tan bien conversando, y ahora resulta que te quieres ir.-
y me iré, lo que tengo que hacer no puede esperar más tiempo.-
¿Qué es eso tan urgente que tienes que hacer?, ¿te llevo a algún lado?
No, gracias. Lo que tengo que hacer, lo debo hacer solo.-
Pero... ¿Y cómo es que vas a ir a algún lado, si no te puedes mover de esa mesa donde estás?.-
Claro que puedo moverme, y mas rápido que tú.- dijo casi riendo el pastel.
No te entiendo, tal vez no quedaste bien cocido y eso hace que tengas alucinaciones, como querer salir caminando de acá.-
¿Y quién se va a ir caminando?.-
Tú pues, ¿quién más sería?, acá estamos solo tú y yo, y yo ya tengo piernas para caminar, así que deja de hablar tonteras.-

Capítulo III: El viaje del Pastel.

Y suavemente, casi como si danzara en el aire, el pastel comenzó a elevarse de la mesa hacia el techo, tanto que Kurt nuevamente dio un salto. “Demasiados saltos para un solo día”; pensó para si, mientras miraba y trataba de calmarse antes de que le diera un ataque a él ahora.

pero... ¿Cómo es que puedes volar?.- Dijo Kurt con la voz temblorosa.
Fácil; muy fácil, recuerda que soy una pastel mágico.- Le contestó el pastel, dando una voltereta en el aire y bajando suavemente de regreso a la mesa.
Vaya, es verdad... me había olvidado con tantas cosas que ocurrieron hoy.- dijo Kurt, ya más calmado.
¿pues bien, me vas a ayudar?.-
¿Ayudar a qué?, ¿en qué te puedo ayudar yo?-
pues a salir de acá y hacer mi misión.-
¿...salir...de... acá?.- preguntó tartamudeando Kurt, con los ojos tan abiertos que parecían dos platos.
claro, tengo que salir de esta cocina para poder cumplir mi misión.-
¿Misión... cuál misión?. los pasteles no tienen misiones que cumplir.
claro que si, tengo una, y una muy importante!.-
...pero...pero... qué misión es esa que es tan importante?.-
no soy un pastel de cumpleaños como los demás, no señor... no seré comido como los otros sin antes cumplir mi misión.-
pero dime de una vez por favor, ¿Cuál es esa misión?, me estás volviendo loco!.-
Oh... disculpa, cierto, no te he dicho cual es mi misión, lo siento.-
¿me la vas a contar ahora?.- dijo Kurt poniendo cara de interés y acomodándose en la silla para oír mejor.
pues verás, todos los pasteles de cumpleaños tenemos una misión, y la mía no es como la de los demás; no solo tengo que hacer feliz a un niño el día de su cumpleaños y darle dulzura, yo tengo una misión más complicada, que tal vez me tome un tiempo; y como no quiero llegar tarde al cumpleaños del niño para el que me hiciste, mejor me ayudas a salir pronto. Tengo que ir a buscar la fantasía perdida para traérsela a toda la humanidad.-

Entonces Kurt se levantó suavemente y caminó hacia la ventana, miró a través de los cristales; la ciudad de noche estaba toda calma, corrió las cortinas y una vez que las ventanas estuvieron abiertas, se dio media vuelta y con lágrimas en los ojos le dijo al pastel:
Prométeme que vas a tener cuidado.-
te lo prometo.- dijo el pastel con cara de Boy Scout.
Prométeme que no vas a llorar, sino se te escurrirá la crema y se te caerán tus ojos de chocolate y no podrás ver.-
te lo prometo.- dijo nuevamente el pastel guiñándole un ojo de chocolate y se comenzó a elevar.
si me necesitas en tu misión, no dudes en llamarme.- le dijo Kurt con cara de mucha preocupación.
eso no te lo puedo prometer; a donde voy, no podrás ir a menos que sepas volar como yo.-
bueno... si tú lo dices... - dijo Kurt con voz resignada y cara de tristeza.
no llores, estaré muy bien, nada me pasará, recuerda que tengo que estar en un cumpleaños muy importante mañana por la tarde y no pienso faltar.-
bueno, cuídate mucho y no hables con extraños... se asustarían y correrían como locos y podrían hacerse daño al caer.-
te lo prometo, pero.... ¿podrías dejarme ir de una vez ya?, se me hace tarde!.-
bueno, bueno, te estaré esperando por si necesitas una repasada de crema mañana cuando regreses.-
Bien, acá estaré, que tengas buenas noches y mañana nos vemooooos.- dijo ya elevándose hacia el cielo nocturno, perdiéndose de la vista de Kurt que lo miraba desde la ventana de la cocina como se alejaba.

Y el pastel por primera vez conoció la ciudad de noche, por primera vez conoció todo; pudo ver como se movían los autos por las calles iluminadas con luces de colores, las vitrinas del comercio adornadas con guirnaldas y a grupos de personas paradas en una esquina cantando villancicos de navidad. Vio también como salía humo de las chimeneas, cientos de hombres de nieve que lo saludaban al pasar, agitando sus brazos de ramas y uno que otro búho que le daban consejos acerca de como volar mejor. Así se fue alejando de la ciudad cuando vio una calle más grande que todas las otras calles juntas que había visto antes; esta era gigantesca ! tan grande y tan iluminada que se acercó un poco para verla más de cerca, por lo linda que se veía con todas esas luces que destellaban sin parar. Cuando ya vasi llegaba, apenas a unos 100 metros, de pronto algo lo hizo dar muchos giros en el aire que lo dejaron algo mareado; un monstruo inmenso, enorme, con cientos de ojos brillantes en los costados y que rugía y tiraba aire caliente por sus alas, casi lo tira al pasar. Apenas se pudo controlar de caer a la tierra y muy asombrado pudo volver retomar altura.
-"Es muy raro este mundo"-, pensó para sí, mientras se recobraba del susto y se alejaba rápidamente de allí. Pudo ver como varios de esos monstruos alados bajaban a esa calle y se sentaban a vomitar personas, -"seguro les habían caído mal, por comer muchas"- volvió a pensar; y continuó su vuelo más rápido que antes, ya que recordó de la importante misión que tenía que cumplir. Viajó muchos kilómetros, más allá de los grandes lagos y el gran mar, cruzo muchas ciudades iluminadas hasta que llegó a las altas montañas siempre nevadas, esas que están más allá de la imaginación de los hombres, las que guardan en secreto, las más antiguas tradiciones, canciones e historias que se han ido olvidando con el tiempo.

Estaba por parar a descansar en una cumbre cuando una luz muy tenue en medio de un bosquecillo le llamó la atención;, la casa de donde provenía esa luz, no era como las casas que había conocido en la ciudad ni en los campos cercanos. Esta era una casa con forma de hongo; uno muy grande con una puerta pintada de color rojo y ventanas azules con cortinas amarillas, un techo rojo con lunares blancos por donde se asomaba una pequeña chimenea que despedía un humo de color verde. Se acercó tímidamente para ver quién podría vivir en semejante tipo de casa, no alcanzó a estar a un par de metros de la ventana por la cual quería husmear, cuando una voz desde el interior dijo:
No te quedes ahí afuera en el frío, mirando por la ventana, mejor entra y calienta tus huesos cerca de la chimenea conmigo.-
¿Huesos?... ¿qué serán esos?.- se preguntó el pastel.
Vamos!... ¿qué esperas para entrar?, abre la puerta de una vez y pasa!.- dijo la voz desde el interior algo molesta esta vez.
Disculpe usted, no se como se abre una puerta...- dijo el pastel.
¿Qué?... ¿no sabes cómo se abre una puerta?.- dijo la voz, ahora con más interés.

De pronto la puerta se abrió de golpe y apareció una criatura que no conocía, era chiquito como un niño, pero con una barba tan larga y blanca que se la enrollaba en el cuello como una bufanda... y vestía entero de rojo con un simpático gorro en su cabeza que le recordaba una bellota. El extraño personaje abrió sus ojos verdes muy grandes al ver que su visitante no era una persona, sino un pastel de cumpleaños con sonrisa de banana, nariz de frutilla y ojos de chocolate que lo miraban atentamente.

eh.. hola, pasa por favor... ¿cuál es tu nombre?- pregunto el extraño personaje.
¿nombre, qué es eso?... no traje ninguno conmigo, soy un pastel de cumpleaños.- contestó el pastel.
¿un pastel de cumpleaños?... hoy no es mi cumpleaños, ¿quién te envió? ¿y no tienes nombre?-
Nadie me envió, voy de paso por acá, en una misión importante, y ya te dije que no traje ningún nombre conmigo, sólo soy un pastel de cumpleaños.-
aaah, ya veo... estás en camino de otro cumpleaños y paraste un rato a descansar y no tienes nombre,,, ya veo... ¿sabes?, te llamaré Bafchoc, que es de lo que está hecha tu cara; Banana, Frutilla y chocolate.-
¿Bafchoc?... este... No, bueno si... ¿y cuál es tu nombre?.-
Mi nombre es Salgoud, soy el gnomo cuidador de este bosque.-
que bueno, un gusto conocerte Salgoud, pero ahora tengo que cumplir una misión, ¿puedes ayudarme?.-
¿Una misión?... ¿es peligrosa tu misión?... suena a una aventura y hace mucho tiempo que no tengo una.-
no lo se, sólo se que tengo que cumplirla y luego ir al cumpleaños para el cual fui hecho.-
¿pero cuál es tu misión y por qué debes hacerla antes de ir a ese cumpleaños?.-
Pues, porque es muy importante; tengo que ir a buscar la fantasía, ya que sin ella la gente se sumirá en la pena y la alegría no podrá estar en sus vidas nunca más.-
¿la gente?... te refieres a los humanos?.-
Si, esos mismos, vamos, ayúdame o no serán felices nunca más!.-
¡Humanos!... ¿quieres salvar a los humanos?, ¿tú estás crudo o loco?.-
No, estoy muy bien cocido y no estoy loco. Mira; sin la fantasía no existe la magia ni nosotros tampoco, ¿me entiendes?.-
ya veo... nunca lo vi desde ese punto de vista... .-
Pues... ¿Qué esperas para irnos?, arregla tus cosas y ¡vámonos ya! .-
de acuerdo, de acuerdo, pero no te pongas histérico; sólo necesito llevar una cosa, mi reloj mágico.-
¿y para qué vas a llevar un tonto reloj mágico?, nadie te preguntará la hora, ¡vamos!.-
- Pues por que es mágico, por eso, no espero que nadie me pregunte la hora, ya verás como si nos ayudará.-
está bien, está bien..... busca tu famoso reloj mágico y vamosnos .-
Acá lo tengo; vamos por el sendero de los Sapos, es más corto que por el de los Ciervos.-
no iremos caminando a ningún lado, ¿tú no vuelas?.-
¿Volar?... eso es para los pájaros, ¿me ves alas acaso?, ¿cómo vamos a ir volando si no tengo alas ni tú tampoco?.-
tú no, pero yo si puedo volar, agárrate de mi con fuerzas y te llevaré, creo que puedo con los dos.-
¿tú vuelas?... vaya, eso si que es novedad; dos en un día, en realidad. Un pastel que habla y que además vuela... no me van a creer en la taberna de los gnomos.-
deja de decir tonterías y agárrate que nos vamos.-
está bien, está bien... ¿pero a dónde vamos?, ¿tú sabes a dónde se encuentra la fantasía?.-
...este... no, pensé que tú me dirías el camino; como dijiste que por el camino de los Sapos era más corto, pensé que sabías a donde ir.-
Bueno... en realidad vamos a ver a alguien que puede saber del paradero de la fantasía.-
muy bien, en el camino me explicas, ahora agárrate que nos vamos.-

Capítulo IV: En busca de Trulytop.

Y Bafchoc se elevó; con Salgoud agarrado bajo él, volando por encima de las copas de los pinos del bosque, siguiendo el sendero de los Sapos; más allá del tanque de agua cantarina y del tanque de agua de las estrellas. Salgoud le iba dando las indicaciones de como llegar a la casa de Trulytop; un anciano gnomo que vivía al final del bosque de las ninfas, ya que él es quien les da clases de música en las noches de luna llena. Y había una gran luna llena esa noche, por lo que era seguro que lo encontrarían.
Un poco más allá de donde la cascada de leche baña el algo de las ninfas, divisaron a Trulytop dando sus clases de música a las ninfas. Pero antes de llegar, Salgoud le dijo a Bafchoc que descendiera en u claro que había un poco antes y él lo llevaría en sus brazos hasta donde estaban los demás; así no se asustarían y era mejor anunciarse antes de aparecer de la nada interrumpiendo la clase. Así lo hizo Bafchoc, descendió suavemente y dejó a Salgoud en una prado para luego posarse en sus brazos. Caminaron por un sendero de perlas rosadas, que a medida de que avanzaban se tornaban amarillas para iluminar más el camino.
Un trecho más allá se encontraron con un grsn Búho plateado con grandes ojos de color naranjo; al verlos el Búho preguntó:
Uhu... Uhu... ¿quién anda allí?.-
soy yo, Salgoud; ¿cómo estás Buhomian?.-
Bien gracias Salgoud, ¿qué te trae por acá tan lejos y tan tarde?... ¿y por que vienes con una pastel de cumpleaños... hay alguien de cumpleaños y no me invitaron?.-
Este es mi amigo Bafchoc; es un pastel mágico que habla y vuela, el me trajo porque tenemos que ayudarlo en una importante misión que debe cumplir, debemos hablar con Trulytop, ¿puedes anunciarnos?.-
mucho gusto señor Buhomian; me llaman Bafchoc, ¿podría uster ser tan gentil en ayudarnos?.-
vaya... un pastel parlante y volador... y con muy buenos modales además!, eso si que es novedad... se ve cada cosa en estos días... , los anunciaré inmediatamente, espérenme acá por favor, y desapareció volando por entre los árboles de color rojo.-
Ambos amigos es quedaron allí esperando a que Buhomian les anunciara con Trulytop y las ninfas, Salgoud le explicó a Bafchoc que los buenos modales siempre han de mantenerse y mostrarse a los demás; es una manera de que te respeten y también de respetar a los demás. Estaban hablando de eso, cuando un murmullo que provenía del lugar por donde Buhomian se había ido, los hizo interrumpir la charla. Por entre los árboles comenzaron a asomarse varias ninfas vestidas de largos trajes hechos con hilos de tela de araña y perlas; todas agitaban sus transparentes alas, creando un dulce zumbido musical mientras se acercaban. Detrás de ellas caminaba muy lento un anciano gnomo ayudado de una vara como bastón, cuya barba era mucho más larga que la de Salgoud; vestía entero de azul brillante y una gorra, también azul que caía a un costado de su cara con un cascabel que sonaba a cada paso que daba; por lo que junto al musical zumbido de las alas de las ninfas, formaban una singular sinfonía.
Miró muy contento y extrañado a Salgoud con ese pastel en los brazos, ya que Buhomian le había dicho que Salgoud venía con un pastel de cumpleaños que hablaba, volaba y que era muy educado.
Salgoud!!! tanto tiempo mi amigo, ¿Cómo has estado? exclamó Trulytop.
muy bien, gracias Trulytop, ¿Y tú, cómo te ha ido?
ya sabes, sigo con mis clases de música como siempre y mis paseos nocturnos a la laguna de las estrellas para curar mi reumatismo.-
oh... ya veo, pero se te ve muy bien ahora.-
Si claro, excepto cuando hay luna nueva, siempre me produce alergia; ya sabes, por todo ese polvo lunar que despide.-
si lo recuerdo; te presento a mi amigo Bafchoc, es un pastel de cumpleaños mágico que está en una importante misión y requiere nuestra ayuda.-
¿que tal señor Bafchoc? es un placer conocerle y será un honor poder ayudarlo en su misión.- Dijo, amablemente Trulytop.
El placer es mío señor Trulytop, le agradezco enormemente su deseo de ayudarme.-
estas son las ninfas del bosque rojo; ellas cuidan de todas las plantas, aguas y animales de esta parte del bosque y con sus alas cantarinas hacen que las flores desplieguen sus pétalos y lancen deliciosos aromas por todos lados.- Explicó Trulytop a Bafchoc, presentando a las ninfas.
Necesitamos que nos ayudes Trulytop, tu magia y sabiduría puede ser de gran ayuda a la misión de Bafchoc y así permitirle llegar a tiempo a la fiesta de cumpleaños para el cual fue hecho.- Dijo Salgoud.
Pero claro que si, dime amigo Bafchoc, ¿Cuál es esa importante misión que tienes que cumplir antes de ir a ese cumpleaños?.-
Pues verá, señor Trulytop... he de encontrar a la fantasía que se perdió de las vidas de los humanos; ya que sin ellas no podrán tener lindos sueños y la alegría desaparecerá de sus vidas. Además de que si ellos pierden la capacidad de fantasear, todos desapareceremos para siempre! .- Dijo muy apesadumbrado Bafchoc.

No había terminado de decir esto; cuando todas las ninfas comenzaron a llorar de pena, al saber que no había fantasía en la vida de los humanos. Dejaron de aletear sus cantarinas alas y los árboles rojos comenzaron a ponerse negros, las aves no cantaban más y el agua del riachuelo que pasaba por allí dejó de sonar.

Esto es más grave de lo que pensé.- Dijo Trulytop.
hemos de partir enseguida a buscar a la fantasía y así devolverle el sonido y el color a nuestros bosques y la alegría a los humanos.-
Pues vamos de una vez, indícanos el camino Trulytop, que te seguiremos muy de cerca.- Dijo Salgoud.
¿Buhomian, me llevarías en tu lomo para así poder ir más rápido?.- preguntó Trulytop.
Claro que si, sube a mi lomo y nos iremos enseguida.-

Capítulo V: Hacia la Montaña flotante.

Así los cuatro personajes se elevaron nuevamente; Bafchoc y Salgoud siguiendo muy de cerca a Buhomian, que llevaba en su lomo a Trulytop. Quien le daba indicaciones por donde ir. Tras ellos quedaron las tristes ninfas, durmiendo en el pasto que se había tornado gris... todo lo que los rodeaba se estaba tornando de un triste blanco, negro y gris. Pasaron por sobre el valle de las fresas parlanchinas, que ahora estaban en silencio; volaron raudos por entre los precipicios de Hielo rosa y giraron a la derecha cuando pasaron por sobre la selva saltarina que ahora estaba sentada.
De pronto Buhomian comenzó a subir y subir siguiendo las instrucciones de Trulytop, Bafchoc lo seguía de cerca llevando a Salgoud colgado bajo él. Apenas atravesaron la capa de nubes, vieron una hermosa montaña celeste que flotaba y se mecía suavemente bajo la luz de un sol verde. Volaron por sus faldeos y más arriba aún, hasta una caverna oscura que tenía en su entrada un balcón de coral adornado con peces voladores. Apenas aterrizaron en el balcón, una gran voz muy ronca, desde el interior de la caverna, preguntó:

¿quién anda allí?.-
Soy yo, Trulytop y unos amigos.-
aaah eres tú... ¿Y quiénes son esos amigos tuyos que traes a mi morada, Trulytop?
Son Buhomian mi búho plateado, Salgoud el gnomo del bosque siempre nevado y Bafchoc, un pastel de cumpleaños parlante que además de tener buenos modales, vuela y necesita tu ayuda, oh gran Tumburat.- respondió Trulytop.
¿Bafchoc, ya llegó acá tan rápido?... le espero desde hace muchos siglos.-
Y de pronto la caverna se iluminó de una luz más verde que la luz del sol que había fuera, tan fuerte era, que el sol de pura vergüenza se ocultó tras las nubes. De entre esa gran luz que iluminaba todo; comenzó a aparecer una ranita chiquita, chiquita. Toda verde con un sombrero también verde que ostentaba una gran pluma amarilla que era tan grande, tan grande, que se arrastraba detrás de la espalda de la ranita; la ranita no daba saltos como las demás ranitas, estaba sentada sobre una nube verde que la transportaba, porque sus piernas eran tan chiquitas que no la podían mantener de pie. Se asomó hasta la entrada de la caverna y comenzó a mirarlos a todos de uno en uno, mas cuando miró a Bafchoc con su gran sonrisa de banana, su nariz de frutilla y sus ojos de chocolate, le guiñó un ojo y le dijo:
Bienvenido Bafchoc! bienvenido por fin a mi montaña flotante; hace muchos siglos que te espero, tantos han pasado ya, que pensé que eras una leyenda que nunca se iba a convertir en realidad.-
Hola señor Tumburat.- Dijo muy tímidamente Bafchoc, con una sonrisa de banana muy grande, mientras los demás se miraban unos a otros con cara de extrañados.
¿pero, pero... tú le conoces a él?.- preguntó muy sorprendido Trulytop.
Claro que le conozco, ya te dije que lo espero hace mucho tiempo.- Dijo Tumburat con su gran voz.
... es que no entendemos nada, absolutamente nada.- Dijeron los tres, Trulytop, Salgoud y Buhomian casi a coro.
no se preocupen, yo les diré.- dijo Tumburat y prosiguió:
desde hace muchos años, antes de que la fantasía se durmiera por primera vez y nos soñara para crearnos... un tatarabuelo de Buhomian; el más sabio de todos los búhos plateados de esta comarca, dijo que en el futuro la fantasía se perdería en lo más profundo de una caverna Tecnologíca; una malvada ciencia, y que ésta no la dejaría salir porque iba a tratar de dominar todos los mundos que existieran; y que solo un alegre pastel de cumpleaños que pudiera hablar y volar, sería capaz de rescatarla antes de que todos nosotros desapareciéramos.-
vaya, eso si que es una novedad para mi.- dijo Trulytop.
Y para nosotros.- dijeron al mismo tiempo Salgoud y Buhomian.
¿Así que yo soy el único que los puede salvar?.- Preguntó Bafchoc.
Así es, y tendrás que ir a lo más profundo de la caverna de la Tecnología en su lejano país de Tecnolia, para rescatar a la fantasía.-
Bueno, si no me queda otra opción... pues lo haré.... ¿Y dónde queda el país de Tecnolia?.-
Primero debes saber una par de cosas antes de partir.-
Dímelas rápido, no tengo tiempo que perder, debo asistir a un cumpleaños muy importante mañana.-
e irás a tiempo, mas ahora es importante que pongas atención en lo que te diré y no lo olvides, ¿de acuerdo?.-
De acuerdo.-

Entonces Tumburat le comenzó a explicar el camino para llegar al país de Tecnolia y de cómo dar con la caverna donde tecnología mantenía atrapada a la fantasía. Luego de darle todas las explicaciones, cubrió a Bafchoc con su luz verde y cuando esta se apagó, Bafchoc tenía en el medio de su cara, al lado de su nariz de frutilla, una vela de muchos colores.

¿Y esto qué es?.- Preguntó muy sorprendido Bafchoc al ver su nuevo adorno en el medio de su cara poninedo turnios sus ojos de chocolate.
Pues una vela, ¿que no lo sabes?.- le dijeron a coro Tumburat, Trulytop, Salgoud y Buhomian.
Es que nunca antes había visto una.-
Pues te la presento, esa es un vela.- Dijo algo molesto ya, Salgoud.-
De acuerdo, ¿Pero para qué sirve?.- Preguntó ingenuamente, Bafchoc.
Una vela sirve para alumbrarte en la oscuridad y para pedir un deseo y soplarla en el caso de que esté puesta en un pastel de cumpleaños, como tú.- Dijo Buhomian.
Pero yo no veo que alumbre mucho.-
Es que para que alumbre, debes encenderla.- Le explicó Trulytop, ya bastante fastidiado de tantas preguntas.
Espero que no se molesten conmigo, sólo soy un simple pastel de cumpleaños... ¿Pero cómo la enciendo?.-
Con un fósforo!!!!.- gritaron a coro Trulytop, Salgoud y Buhomian que ya habían perdido la paciencia.
Cálmense amigos, cálmense; recuerden que Bafchoc es un pastel de cumpleaños y no tiene por qué saber esas cosas, además de que con su impaciencia, lo único que logran es ponerlo nervioso y debe estar muy tranquilo para ir a cumplir su misión. Ahora; para encenderla, solo debes guiñar tres veces tu ojo derecho y para apagarla, guiñar tres veces el ojo izquierdo.-
Tienes razón Tumburat, lo siento mucho, creo que me exasperé un poquito y los demás también.- Dijo cortésmente Trulytop excusándose.
Me disculpo contigo, Bafchoc; disculpa mi falta de paciencia e incomprensión de tu ignorancia de todas las cosas.- Dijo avergonzado Salgoud.
Y yo también me disculpo contigo, no había motivo para como reaccioné.- Dijo a su vez Buhomian.
No hay problema amigos, lo importante es que partamos inmediatamente a cumplir mi misión y pueda yo llegar a esa fiesta de cumpleaños a tiempo.-
Esperen un momento.- Dijo Tumburat con su gran voz casi haciendo temblar el balcón de coral.
Ustedes no pueden acompañar a Bafchoc en su misión; para poder vencer a tecnología, hay que pillarla por sorpresa y si van muchos, harán tanto ruido que sabrá con mucha anticipación de que ustedes van en su busca.-
¿Cómo... voy a tener que ir solito?
No hay más remedio amigo; Tumburat tiene toda la razón, muchos haremos mucho ruido y nos descubrirán.- Dijo resignadamente Trulytop.
Además de que debo volver a cuidar del bosque nevado, que seguramente debe estar muy desordenado sin mi vigilancia.- Dijo Salgoud.
No se hable más, me voy inmediatamente para no perder más tiempo en cumplir mi misión.-

Y así los cuatro amigos se despidieron cordialmente, dándole las gracias por la ayuda a Tumburat y se fueron volando nuevamente, hacia el punto donde Bafchoc debería seguir por sí mismo. Volaron de regreso bajo las nubes y al llegar a la selva saltarina que seguía sentada, en vez de doblar a la izquierda por donde regresarían a casa de Trulytop, doblaron a la derecha siguiendo el curso del río sordo; que era llamado así porque de tanto ruido que hizo un invierno, él mismo no pudo volver a escucharse.

Capítulo VI: En busca de la fantasía.

Tras seguir el curso por varios minutos, llegaron a una catarata que caía tan profundo, que no se lograba oír el sonido que hacía al tocar el fondo. Todos se asomaron temerosos al borde para mirar si lograban ver el fondo, pero era imposible de ver, estaba muy lejos, abajo y con tan poca luz que no se veía nada.
Después de desearle mucha suerte a Bafchoc y pedirle que se cuidara de las trampas que podrían haber en el camino para liberar a la fantasía, los cuatro amigos se despidieron afectuosamente. Bafchoc se elevó suavemente y se aproximó al borde del precipicio, les hizo un guiño con su ojo de chocolate y se lanzó en picada hacia la profundidad donde caía la cascada sorda.
Trulytop, Salgoud y Buhomian lo miraban atentamente con los ojos bien abiertos, admirando el valor del pastel de cumpleaños de ir solo a tan peligrosa misión. Cuando ya no pudieron verlo por la oscuridad que había en el fondo, decidieron retornar a sus respectivas casas con la esperanza de que Bafchoc lograra cumplir su misión y los salvara de perderse en el olvido para siempre.

Bafchoc entre tanto seguía bajando y bajando, tratando de ver si podía distinguir algo en el fondo a medida que bajaba. Poco a poco se dio cuenta que la cascada se iba evaporando en su caída y ahora solo veía un gran espacio negro que poco a poco se hacía más grande y parecía que lo iba a tragar. De pronto no pudo ver nada a su alrededor, ni siquiera podía ver su nariz de frutilla, cuando con mucha felicidad se acordó del regalo que le hiciera Tumburat, guiñó tres veces su ojo derecho y mágicamente se encendió la vela multicolor alumbrando todo el entorno.

Realmente el regalo de Tumburat es una genialidad.- Pensó para si muy contento, Bafchoc. Contento de que ahora podía ver todo lo que lo rodeaba.
Seguro que con esta luz encontraré muy pronto la entrada a el país de Tecnolia para rescatar la fantasía.-

Continuó bajando por un par de minutos y vio con asombro unos cables con grandes dientes metálicos; que se le acercaban desde el fondo con cara de poco amigos, hacían un ruido extraño y atemorizante; rápidamente guiñó su ojo izquierdo tres veces y la vela se apagó instantáneamente. Los cables pasaron por su lado rugiendo sin verlo, instintivamente siguió bajando aunque no podía ver nada; si prendía la vela nuevamente, era seguro que esos cables lo volverían a atacar. De pronto una luz tenue lo hizo detenerse en su viaje descendente, miró con más atención y vio una serie de pequeñas luces de colores centelleando al final de lo que parecía un pasillo.

No vio nada extraño en el pasillo; pero estaba muy frío allí, así que se metió a ver si había un camino que lo llevara hasta donde tenían encerrada a la fantasía. Recordó que Tumburat le había dicho que el país de Tecnolia estaba lleno de trampas y que debía ser muy cauto para no caer en ellas. Por desgracia nadie había logrado regresar de allí como para hacer un mapa que lo ayudara, pero Bafchoc se dio ánimos y se internó hasta pocos metros de esas luces; se encontró con una pared repleta de ellas, con cables que salían de entre ellas y se metían en otras partes; había miles de ellos y esto lo atemorizó un poco, recordó a esos cables que lo atacaron afuera del pasillo, así que prefirió mirar un momento antes de seguir adelante.

Capítulo VI: El encuentro con la Tecnología.

Descubrió que las luces cambiaban de color cada vez que uno de esos cables con dientes gigantescos pasaba por el otro lado de una puerta que daba a una gran espacio repleto de paredes con líneas verdes dibujadas tan extrañamente que parecían un mapa.... ¡Eso era!, allí había un gran mapa de Tecnolia, solo debía lograr entrar para memorizarlo y rescatar a la fantasía. Contó con paciencia los tiempos que demoraba cada cambio de luces, y recordó que en la ciudad; cuando la sobrevoló de noche, en esas calles habían unos bichos que se detenían cada vez que una luz se colocaba roja en un palo iluminado, pero seguían avanzando si esta cambiaba a verde... Allí estaba la clave de todo, saber cuanto duraba cada luz y cuanto se demoraban los cables gigantes en pasar para escabullirse a la sala del mapa. Contó:1... 2... 3... 4... 5... 6... 7... y rápidamente entró en la gran sala de mapas, lo había logrado! Estaba muy frío allí, miró para todos lados para ver si nadie había notado su presencia y seguidamente se dio a la tarea de memorizar ese mapa que abarcaba toda la gran pared de ese salón...

¿Quién eres tú y que haces aquí?.- Preguntó una voz chillona, muy fuerte desde lo alto. Haciendo que Bafchoc diese un salto de susto, tan grande como los que Kurt daba en la cocina de la pastelería.
Yo... yo soy... Ba... Bafchoc, una t... torta de cumpleaños.- balbuceó temeroso.
¿Quién te autorizó a entrar a mis dominios?.- Preguntó la voz chillona, ahora más enojada.
na...na..nadie... so... solo entré a mi...mi... mirar.- tartamudeó Bafchoc.
¿Sabes lo que les pasa en mis dominios a los fisgones?.-
n... n... no, no se... ¿Qui... qui... quién eres?.-
Soy la tecnología, el mainframe de esta gran ciudad, y los fisgones se quedan congelados en el tiempo virtual de mi procesador central, donde nadie los puede encontrar más.-

Lo habían descubierto! Había encontrado a la tecnología antes de lo que pensaba y ahora debería derrotarla y salvar a la fantasía... pero no sabía como hacerlo, eso sería algo difícil de averiguar. Y acto seguido; desde lo alto del salón, bajó una cosa... como un cubo brillante, toda negra y repleta de líneas verdes con los mismos dibujos de la gran pared; se detuvo justo frente a la cara de Bafchoc como si lo observara con curiosidad. Esto puso a Bafchoc tan nervioso que instintivamente comenzó a guiñar sus ojos de chocolate, hasta que de pronto la vela de su nariz se encendió.

Apaga eso!!.- dijo la tecnología, con horror y retrocediendo inmediatamente.
¿Que apague qué?.- preguntó sorprendido Bafchoc.
Esa cosa con fuego que tienes allí!! .- Volvió a chillar la tecnología.

A Bafchoc se le iluminó aún más su cara de crema y pensó rápidamente que tenía una oportunidad de vencer a la tecnología. Se acercó un poco a la tecnología y esta volvió a retroceder chillando. Ahora entendía porqué estaba tan frío el ambiente allí; lo necesitaban para poder vivir, y si él encendía su vela producía calor.

Apaga eso de una vez o te arrepentirás!! .-
Solo la apagaré si te portas bien.- Dijo con voz muy autoritaria, Bafchoc.
¿Te atreves a desafiarme? Si no apagas eso inmediatamente, te escanearé y encerraré en mi memoria virtual por siempre! .-
Y si tú no dejas de chillar y amenazarme, no la apagaré, la haré más grande.-
no te atreverás a hacerlo, no me conoces cuando estoy enojada, soy capaz de reiniciar todo el sistema o apagarlo hasta que se me enfríen los ánimos, y créeme, no te gustará.-
No le tengo miedo a tus amenazas, solo lo dices para asustarme.-
¿no me crees?, ya verás lo que soy capaz de hacer.-

Y comenzó a cambiar de colores todo el salón, las luces se apagaban y encendían, algunos cables que colgaban de los muros se caían al suelo y se revolcaban en el piso como si tuvieran dolor de estómago. La tecnología siguió cambiando de colores las luces del salón y haciéndolas prender y apagar tan rápido que parecía una sicodélica discoteca sin música. Bafchoc la miraba y seguía acercándose mientras ella retrocedía, la estaba llevando a una de esas puertas que se abrían y cerraban automáticamente.

Detente de una vez! ... o te arrepentirás para siempre.- Dijo con voz muy enojada y nerviosa la tecnología, al verse acorralada entre el calor de la vela de Bafchoc y las temibles puertas que la podían aplastar y destruir.
No me detendré a menos de que me respondas una pregunta, si la contestas bien y no me molestas más, te prometo que apagaré mi vela y no te molestaré más.- Dijo muy serio Bafchoc.
¿Y cuál es esa pregunta?, yo tengo todas las respuestas para todo.- preguntó con mucha curiosidad la tecnología, dejando de encender y apagar las luces.
Si me dices a dónde tienes prisionera a la fantasía y me dejas irme con ella de acá sin molestarme o hacerme nada, apagaré mi vela y no volveré nunca más.
¿Lo prometes en serio?.- Dijo con asombro la tecnología mirando muy asustada las puertas que estaban a centímetros de su espalda.
Lo prometo solemnemente.-
Vaya... esos es nuevo, nunca nadie me ha tratado con cortesía antes, siempre me dan las tareas más pesadas y rutinarias, mi vida es tan aburrida acá... -
Ya entiendo; no eres mala del todo, solo estabas cansada de que abusen de ti y no te den cariño.-
¿Cariño, qué es eso? Preguntó ahora muy interesada la tecnología.
Cariño es tratar a alguien o algo con amor; cuidarlo y preocuparse de que esté feliz, pero aún no respondes a mi consulta anterior.- Le respondió Bafchoc.
Cariño... amor... preocuparse... no entiendo bien eso; lo aprenderé para tenerlo en mi memoria para siempre, pero podrías apagar esa cosa de una vez por todas, prometo ser buenita y ayudarte a salir con fanta... no se cuanto para que no regreses jamás.-
Te enseñaré lo que son todas esas cosas; pero no para que las dejes olvidadas en tu memoria virtual, debes mantenerlas siempre presentes y nunca más volver a esconder la fantasía, ¿lo prometes? .-
Lo prometo, lo prometo, pero apaga ya eso de una vez, me estoy derritiendo! Soy de plástico y el calor me derrite y esas puertas me romperán en trocitos si me aplastan.- Dijo casi llorando la tecnología.
De acuerdo, la apagaré solo si me llevas a donde está prisionera la fantasía para irme de aquí con ella para siempre, o la encenderé de nuevo ¿de acuerdo?.- Dijo muy contento Bafchoc de que la tecnología por fin se rindiera y prometiera ayudarlo.

Capítulo VII: El rescate de la Fantasía.

Y guiñando su ojo izquierdo tres veces, Bafchoc apagó la velita para que la tecnología pudiera alejarse de las puertas que ya casi la aplastaban y dejara de derretirse; porque estaba comenzando a deformarse y no se veía tan recta como antes, sus aristas estaban más redondeadas, más suaves. La tecnología dio un gran suspiro de alivio, se alejó rápidamente de las puertas y se acercó al gran muro del mapa.

Este es el mapa de Tecnolia, mi mundo; acá están todos los lugares que lo componen en sus diferentes niveles y clasificaciones.- Y elevándose hasta el centro del mapa, donde había un gran cuadrado de donde todas las líneas salían, agregó:
Este es el lugar donde se encuentra la memoria virtual de toda Tecnolia, la voy a liberar para que la fantasía pueda salir y regrese contigo.-
¿Pero en qué lugar precisamente se encuentra eso? .- Preguntó muy interesado Bafchoc.
En este mismo salón, allí arriba, ¿lo ves?, es esa placa metálica con muchos cables que salen hacia todos lados, esa es la parte física de la memoria virtual, dentro de ella se encuentra prisionera tu amiga. Sube a buscarla, la liberaré ahora mismo.-

Algo no le pareció bien a Bafchoc, de pronto la tecnología estaba muy amable, demasiado amable... y en realidad el tono de voz que estaba usando, no le gustaba para nada, así que decidió elevarse rápidamente hasta donde se encontraba flotando la tecnología y le dijo:

espero que no sea una trampa, ¿no?.-
¿Cómo... tú vuelas?, ¿cómo es posible? Los pasteles de cumpleaños no vuelan!
Claro que puedo volar, soy un pastel mágico de cumpleaños, y gracias a la fantasía que aún quedaba en el corazón de unos pocos, he podido ser creado.
¿Mágico... qué es eso? No es posible... yo tenía a toda la fantasía atrapada, no debería haber quedado ninguna suelta.-
Pues alguna se te escapó, la que reside en aquellos que creen que tú no lo eres todo; los que no necesitan de tus artilugios computacionales ni tecnológicos para poder crear cosas nuevas, imaginar mundos diferentes o simplemente soñar con algo que los alegre.-
Pero si yo les puedo dar todo eso; y más, solo deben apretar un par de botones y se los entrego por millones, soy mejor que la fantasía esa que tanto quieres.-
Lo siento mucho por ti; pero tú solo puedes repetir las cosas que ya se han grabado en tu memoria, no eres capaz de crear nada si no es con la ayuda de un humano con algo de creatividad o fantasía en su interior, sin ella, tú ni siquiera hubieras existido.-
Eso no es verdad!.-
si que lo es... fue una persona que soñó con un mundo más completo y que tuviera maquinas que ayudaran a hacer más cosas en menos tiempo, para así poder darles más horas para fantasear... pero algo ocurrió en el proceso y se fanatizaron por ti, dejaron de lado la fantasía que los sustentaba y volvían alegres.-
Fui yo, fui yo quien se las quitó, lo confieso! Dijo casi llorando la tecnología al ver lo mal que había actuado al raptar y mantener prisionera a la fantasía.
Por favor perdóname por lo mala que he sido.- Rogaba lloriqueando la tecnología, y a cada lágrima que soltaba, saltaba una chispa de su cuerpo.
Deja de llorar, cada vez que te salen lágrimas, provocas una chispa y te puedes quemar.- Dijo Bafchoc muy preocupado.
Es que siempre he vivido sola acá; rodeada de cables, transistores, circuitos, luces y otras cosas; todas sin vida propia.- Decía y seguía llorando al sentirse tan desdichada.
Pero deja de llorar por favor, te hará mal.- le insistía Bafchoc que también dejaba salir unas lágrimas que comenzaban a derretir la crema de su cara.

Tanto lloró la tecnología; que de pronto hizo corto circuito ella sola y cayó toda chamuscada al piso, dando botes por todos lados. Bafchoc miraba todo muy asustado con grandes ojos de chocolate. Los cables que estaban el los muros se caían por todos lados, las luces se apagaron definitivamente y de pronto solo hubo oscuridad, un tremendo silencio y oscuridad.

Bafchoc guiñó su ojo derecho tres veces nuevamente para encender la velita y poder ver como llegar a donde estaba atrapada la fantasía y liberarla. Pero no alcanzó a moverse ni un centímetro; cuando desde lo alto, una luz muy brillante acompañada de una melodía que le parecía conocida, lo rodeó por completo. Claro, era la misma que le había escuchado cantar a Kurt cuando lo amasaba! Era esa melodía mágica llena de fantasía que lo hizo flotar en la cocina, cuando mamá asustó a Kurt en la cocina.

De pronto recordó que había demorado mucho en llegar hasta allí y perdió muchas horas mientras hacía que la tecnología liberara a la fantasía. Una idea lo aterró por completo... iba a legar tarde a la fiesta de cumpleaños!, y eso no podía ser. No sería una fiesta sin un pastel de cumpleaños, así que rápidamente salió del gran salón hacia el pasillo y luego hacia el precipicio por donde había bajado; pero ya no estaba oscuro, había mucha luz y la cascada sonaba y cantaba mientras caía sobre una hermosa laguna que había en el fondo. Subió apresuradamente hasta el borde del río y se encontró con una gran sorpresa...

Allí estaba sentado Salgoud; sobre una roca, tocando una flauta de bambú... quien le sonrió y guiñó el ojo muy contento de verlo nuevamente.

¿Qué haces aquí? .- Preguntó sorprendido, Bafchoc.
Pues esperándote, ¿qué más podía hacer?, sino esperarte a que regresaras.-
Vaya, te lo agradezco mucho, pero no me puedo quedar a charlar contigo, he de ir muy rápido a la fiesta de cumpleaños, ya estoy atrasado... y más encima tengo mi cara chorreada de crema, no se si alcanzaré a ir donde Kurt para que me componga un poco.-

Capítulo VIII: El regreso a casa.

¿Que ya estás atrasado?... no te preocupes, por eso te estoy esperando, para ayudarte a regresar a tiempo.-
¿pero cómo me ayudarás a regresar a tiempo? Si tú no puedes volar, y menos llevarme caminando más rápido de lo que tardaría yo volando.-
No te llevaré caminando Bafchoc, has sido un gran rescatador de la fantasía; mira a tu alrededor, mira como canta este río, como vuelan las aves felices por el cielo y como florecen las flores en la ribera soltando tan deliciosos aromas.-
¿... y si no me llevarás caminando... cómo lograrás que llegue yo a tiempo?.-
Pues con mi reloj mágico, ¿recuerdas que no quería dejarlo en mi casa? .-
Claro que lo recuerdo, pero ¿en qué nos ayudará tu reloj mágico? .-
Pues a controlar el tiempo; con él puedo detener el tiempo lo necesario para que regreses a la cocina de Kurt, te componga esa carita chorreada de crema y llegues a tiempo a la fiesta de cumpleaños.-
¿En serio puedes hacer eso?, sería fantástico! .-
claro que es fantástico, es una reloj que me regaló la fantasía y hace cosas fantásticas. Ahora llévame a mi casa de donde me trajiste, porque Buhomian no podía llevarnos a mi y Trulytop de regreso en su lomo, ya es un búho viejo y no tiene mucha fuerza.-
Claro! Agárrate de mi y nos iremos inmediatamente.-

Y se elevaron por sobre el río, volando hasta donde estaba la selva saltarina que saltaba con más ganas que nunca, doblaron a la izquierda y pasaron nuevamente por los precipicios de Hielo rosa y sobre el valle de las fresas parlanchinas que ahora charlaban muy alegres, sobrevolaron el bosque de las ninfas que nuevamente estaba rojo y se escuchaba el musical aleteo de sus alas, todas ellas le hacían señas desde abajo mientras pintaban pétalos de flores muy contentas. Volvieron a pasar por sobre el tanque de las estrellas y el del agua saltarina; rehicieron el sendero de los sapos de regreso, hasta que llegaron a la casa de Salgoud, bajó muy suavemente y se quedó flotando mirando con una gran sonrisa de banana a su amigo, le guiñó su ojo de chocolate y preguntó:

¿y ahora que tengo que hacer? .-
Pues regresa por el mismo camino que viniste, ve a la cocina de Kurt para que te componga, yo detendré el tiempo para ti y así llegarás a esa fiesta de cumpleaños a la hora fijada.
No sabes cuanto te agradezco tu ayuda, sin ti y la ayuda de los demás, jamás lo habría logrado.
Para eso estamos los amigos; para ayudarnos mutuamente, tu nos devolviste la fantasía y era lógico que de alguna manera te devolviera el favor.-
Muchas gracias, de todo corazón Salgoud. Sin ustedes no lo habría logrado.-

Y así fue que Bafchoc regresó a la pastelería donde lo estaba esperando Kurt para arreglarle la carita de crema, en eso entró mamá a la cocina a buscar el pastel de cumpleaños para llevarlo a mi fiesta.

Fue una gran fiesta, como nunca antes tuve una, la velita que venía en el pastel realmente era mágica; cada vez que la soplaba se volvía a encender, y vaya que si me costó apagarla.

Texto agregado el 21-01-2010, y leído por 186 visitantes. (1 voto)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]