Lo que me queda por vivir

Esos pequeños y magnéticos reproches, ¿Cómo descansar ante la competencia?
Incriminar lo evidente, lo “cabeza dura” que soy, no hay compasión hacia mi mismo
Un asilo para la madurez de mi alma
Es precoz mi temperamento desequilibrado, en el que un pie yace fuera de la cama
Demasiadas enseñanzas que poner a prueba, deficientes facultades mentales en un cuerpo

Una exuberante disputa por conocer lo que me queda por vivir
Apenas he nacido en 1984
Hipócrita al fingir todos mis sueños y secretos incendiados, sobreviviendo con falsa identificación
Es transparente mi ser, dispuesto a ser sorprendido, a mantener conversaciones con el presente, a prevalecer su capacidad intelectual, a respirar

Resignada la intimidante manipulación positiva de aquel hombre que soy yo
Un estimulante ritual agradecerle al Señor
Enigmático loco futuro de un impredecible también loco
Curiosidades amorosas o amistosas o miserables que giran en torno a este ser prodigioso al saber y vulgar al tratar
Prodigiosa expresión aquella que restaure el aura de mi alma

Bajo mi piel encierro el misterio que es la vida
Sobre mi espalda cargo la culpa de ser quien soy
En mis manos tengo el poder de alcanzar el cambio
De mis padres la dicha que es poder vivir