En España descubrí el cielo ausente.

Contra el frío, me hice roca firme, mar seco..
descubrí en silencio el detalle de los límites.
Supe ser fiel al amor cautivo,
dije que no todas las veces en que debí
supe ser cauta,
responsabilicè al ego de mis pechos,
respaldé con vigor al ruta de mi cuerpo
(fui la misma que tú conociste).

Supe ser una amante que ama
dispuesta a todo por crecer,
dispuesta a dormir mientras llegaba
la noche soñada..

Tuve a mi madre en el deseo de un vientre
a mi padre en la necesidad de un abrazo
a mis hermanos en el conflicto de los juegos,
nadie había en realidad,
sólo una imagen desdibujando sus rostros.

He sido una herida sangrante,
el odio ha sido de mí...

Hizo de mi esfera una esclava.
Por no poder vivir corté mis venas
por no poder morir reinventé el cuento.
Con la ignorancia desperté a todos los fantasmas,
salí a cantar a los escenarios bohemios
descubrí con espanto un camino con piedras
mis pies se rompieron con la rudeza de sus ruinas
dejé de existir un rato, para sobrevivir...

Díganme entonces
la forma de soportar la furia de un poema!
Cómo retomo el rumbo de los versos?

Estoy viva, pero agonizo lentamente
el mar me nutre con su fuerza,
elevo la voz a la orilla de su brisa
estoy tan intensa que reviento
estallo cual ola golpea las rocas,
y reconozco lo que me ha tocado ser
en el cautiverio de mis libros,
una mujer que flota simulando tocar
el borde de la palabra.

Mi vida se ha dividido
una poeta y una mujer que se desarma.
Me olvido de salir a cantar
y canto cuando debo vivir..