Algunas noches, sufro cambios,
me torno abstracto, enajenado,
mortaja el alma, sofocada,
envueltos ambos, en turbio manto.
Algunas noches, paso el tiempo,
desciendo hacia el estuario,
guitarra hostíl, hojas en blanco,
noche a solas junto al diablo.
Tanta noche en mi pupila,
tanta muerte con su abrazo,
tanto amor hijo de sombras,
con voz grave amenazando.
Algunas noches, café negro,
perfíl suicida desbocado,
hermoso mar en tu penumbra,
es la muerte solo un rato.
Algunas noches, cita a ciegas,
flechada el alma, pueril encanto,
un cuerpo tíbio, un cuerpo helado,
vapor el tiempo, cristal el llanto.
Tanta noche en mi pupila,
tanta muerte con su abrazo,
tanto amor hijo de sombras,
con voz grave amenazando.
Algunas noches, se de humanos,
se de nombres, se de horarios,
que erigen mundos, con la mentira,
y venden fango, de sus encantos.
Algunas noches escribo versos,
crueles rimas, envenenado,
hiero mi alma, esterilmente,
afuera el mundo, y yo exiliado...
Afuera el mundo, y yo exiliado.
(Es esta una canción compuesta por mí, para la banda en la cual toco la guitarra, quería simplemente, salir por un rato de la prosa, y compartirla con ustedes, es bastante autobiográfica, creo... Saludos, afectuosos colegas).
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