En este día caluroso por demás el tiempo me aplaca y amedrenta. Estoy bajo el dominio del desgano. Miro al cielo en busca de tormenta. No existen ya puertas precisas ni situaciones que permitan evadirme. Solamente encuentro vaguedades llevando una mirada de desgano. Un ventilador ayuda al exilio y la tarde se cierne y autoriza a desear que la noche acompañe con gestos parcos y verosímiles. Tal vez despierte en la mañana y escuche mensajes en el aire de afinados truenos, de desparramo de nubes que aporten esperadas luces de tormenta.
Texto agregado el 18-01-2010, y leído por 239 visitantes. (3 votos)