Dibujadas en el espacio veo tus ramas alzar, que desde el fondo de tu vientre ellas salen a jugar. Y besan el sol y juegan al viento en silencio de amor. Ya han recibido caricias de lluvia en sus hojitas posadas como perlas, vistiendo de belleza tus ramas tiernas. Amigo mio te acarcio al mirarte, y agradezco a Dios su creación con amor. En mi ventana abierta te contemplo, y siento tu crecer, vibrar y jugar como niño al viento. Gracias por estar alli, y muy cerca de mi corazón que late contento al escuchar tu oración.
Texto agregado el 17-01-2010, y leído por 75 visitantes. (1 voto)