No entiendo el despertar
cuando no nadas entre mis sábanas
y siento el final de la cama
como una frontera que dice adiós
cuando doy la última vuelta
buscando tu espalda.
Y no amanezco con tu mirada,
no te despiertan mis palabras.
Solo porque un día probé
a que sabía tu boca,
el mundo me sabe del revés
como una esquina sin rincón,
como un loco que llora al son
de cada lágrima perdida.
Donde los secretos se vuelven misterios
allí quisiera quedarme dormido
y despertar dentro del sueño,
para que lo soñado no sea ficticio
y lo ficticio sea una historia
que vivamos despiertos.
Jerez, 17 de Enero de 2010
Texto agregado el 17-01-2010, y leído por 138
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Lectores Opinan
17-01-2010
Delicioso poema lleno de magia, amor... deseo... beTsyhaab