Camino descalzo estos días,
busco retazos de estrellas,
agua limpia,
camino ingenuo, mano amiga,
divago en preguntas,
¿quién soy?, ¿a dónde voy?,
y el camino permanece,
miro el mar, lo interrogo,
nada responde,
me ayuda tu silencio,
tus pasos sobre mi costado,
en el lomo herido,
porque ando contuso
en estos días de revelaciones,
me ayuda tu cariño,
tu calma sin ensayos,
tu devota señal de compromiso,
sí, debo admitirlo,
ahora no estoy para ligerezas,
mi cuerpo esta sucio,
y llevo un cilicio de carne,
metido en mis entrañas,
pero, estás tú, amor,
para recordarme
que la vida ha sido generosa,
me ha dado hijas,
amigos, cariños, ausencias,
fiambre suficiente,
y un amor como el tuyo,
no debo sentir
que fui mal elegido,
eso me dices,
y te creo, tu palabra
viene del amor matutino,
y me encuentra despierto,
escribiendo para ti,
para el ojo de agua limpia,
que sale de tus manos,
escribo para navegar
juntando letras para llegar a ti,
abrázame, quiéreme,
sujeta mis pasos,
ven conmigo,
abro el cielo para ti
y vivo la eternidad.
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