Profundamente debajo de mi piel, desata mi ombligo y
átalo a tus deseos , hidrata mi corazón con tu boca
mientras camino por el monte de Venus de tus placeres, cada segundo es un clímax que marca el comienzo de un final karmico, respira mi espíritu desnudo condenado por el pecado, te siento, te veo, te deseo, no existe mundo, no existe aire no existe el amor, solo carne encerradas en el erebo del mas obsceno morbo, satúrame, entrégate, desgarra mi cuerpo flemático con tus ninfómanas manos,
mi mente erógena inmortaliza el tiempo, no importa donde estemos, no importa quienes somos, solo… tócame
Dagoberto Sanchez |