Para Héctor Moreno.
Si hay alguien a quien le diga
“Verde que te quiero verde”
Es sólo a él.
Sería difícil e inútil tratar de hacer un análisis valiéndome de las herramientas gramaticales que ofrece el análisis lógico y hablar de los desplazamientos de atributos (que son muy obvios en este romance). Aún si el análisis lo realizaré desde una perspectiva general del significado del romance, para mí, habiendo ya indagado un poco acerca de su trasfondo histórico y temporal, será necesario a veces profundizar en los pormenores de ciertos detalles.
“Romance sonámbulo” (1928) es uno de los romances más representativos de Federico García Lorca, poeta español contemporáneo mas reconocido, y éste romance en particular puede ser tildado de enigmático, ambiguo e incomprensible para las mentes tardas.
Yo no me atrevo a criticar a Lorca y no soy capaz de leerlo aun con un elevado nivel de inteligibilidad, pero de mi conocimiento me auxiliaré para tratar de analizarlo con decoro y sobre todo con mucho respeto. En lo personal es un poema que me emociona y me conmueve. Hay que tener cuidado con él al recitarlo en voz alta porque lo que conmueve hace llorar.
El poema se siente incompleto; pareciera carecer de principio y fin, como es característica de los romances el ser fragmentarios. Pero definitivamente sus textos son hilados con esa continuidad temática que lo conforma.
Se trata de 86 versos medidos en octosílabos en y rima asonante en los versos pares narrados en varias voces. Los tiempos verbales predominantes son el presente y el pretérito indicativos manipulados con técnica en superposición temporal.
El título nos va anticipando a lo que se cuenta. Romance. Genero literario poético tradicional retomado, de los cantantes épicos de gesta, probablemente con nostalgia por Lorca y lográndolo perfectamente. Sonámbulo me remite a los sueños y sus fantasías oníricas.
Tradicionalmente se cree que el poeta se inspiró en uno de sus sueños.
Sonámbulo además nos hace pensar en las sombras nocturnas, como el escenario de fondo de cada una de las escenas descritas en sus versos que parecieron suceder en la madrugada.
El punto de partida y notablemente la columna vertebral del romance es el estribillo: “Verde que te quiero verde. /Verde viento. /Verdes ramas. /El barco sobre la mar. /Y el caballo en la montaña.” versos en los que la asonancia es muy clara y donde las imágenes son pintorescas gozando de cierto orden natural y paz que a lo largo del romance se van deformando incluso hasta torcerse en la incongruencia manchada de dolor e incertidumbre. Ambiente dramático y de tragedia donde nadie es capaz de decir con seguridad que es lo que pasa y a quien le pasa.
Se aprecia una metáfora donde el monte esta “erizado” por el viento que a su vez es verde de haberse filtrado en las verdes ramas en los versos “y el monte, gato garduño, /eriza sus pitas agrias.”.
“Grandes estrellas de escarcha, /vienen con el pez de sombra /que abre el camino del alba.” Definitivamente se refiere al crepúsculo de un fresco amanecer.
Se sugieren tres personajes como protagonistas; primero un par de compadres, uno joven, caracterizado así por el apelativo “mocito”, herido de muerte y perseguido por la guardia civil; y el otro viejo, gitanos ambos y protagonistas activos quienes con su diálogo recrean el nudo del poema; después una mujer joven de quien se ignoran datos pero se entiende que sufre y sufrió de dolor y ha esperado enamorada. No sabemos si seguirá esperando puesto que tiene “la sombra en la cintura” y los versos “Bajo la luna gitana, /las cosas le están mirando /y ella no puede mirarlas.”sugieren que tal vez ella ya esté muerta. Por la manipulación de los tiempos verbales durante el poema ella a veces está viva y otras ya está muerta. Y aquí también se vislumbra la intervención de un antropomorfismo con la luna. Por último tenemos a la guardia civil como antagonista pasivo.
Se entiende que el gitano más joven era el enamorado de la joven que se encuentra con ojos de fría plata a la hora de su muerte. Se siente (al leer) un ambiente de tensión y hasta miedo o peligro por el hecho de que el joven está malherido: “Trescientas rosas morenas /lleva tu pechera blanca.” es una bella metáfora desgarradora y triste, que a su vez hermosa y poéticamente describe las imágenes del joven gitano que se desangra derramando su sangre cual rosas. Dejando rastros de lágrimas.
Al gitano viejo se le puede entender también con la dualidad del Destino”Pero yo ya no soy yo, /ni mi casa es ya mi casa. ” Podríamos pensar que es el Destino separándose del compadre para hablarle misteriosamente al gitano joven que está a punto de morir y además desea hacerlo con dignidad en casa y en cama mas no en la calle y busca refugio en la casa de su amada.
Después tenemos los versos: “verde carne, pelo verde, / soñando en la mar amarga.” No se sabe que pensar de esto a primera instancia pues irrealmente rompe con el orden natural y humano. Primeramente se puede asociar al verde como un color de frescura, después probablemente a la juventud, pero podemos asociarlo en el “Romance sonámbulo” a la angustia que pudo sentir la joven al estar esperando al joven gitano, o incluso a la muerte misma, ya que la citada joven en algún momento tuvo “cara fresca, negro pelo,” refiriéndose a los tiempos es que ella estaba viva y quizá esperaba sin angustias.
Probablemente para los simbolismos de Lorca el verde se encuentre empapado de tintes trágicos y nocturnos con los cuales quiso además impregnar el poema.
Pareciera que los dos compadres, al subir la baranda, encuentran a la gitana a pocos momentos de que ésta se hubiese quitado la vida, los versos “Sobre el rostro del aljibe /se mecía la gitana. /Verde carne, pelo verde, /con ojos de fría plata. /Un carámbano de luna /la sostiene sobre el agua.” Me hacen indagar que ha muerto ahogada. Entonces la poética de los versos hacen sentir que se trata de un momento bello y sagrado:” La noche su puso íntima /como una pequeña plaza. ”.
Al final sólo queda la irreverencia y la falta de respeto de los guardias civiles en contraste a las imágenes anteriores. Ebrios y golpeando la puerta. El estribillo cierra el romance y se siente un dejo de inconclusión y de sarcasmo.
ROMANCE SONÁMBULO
Federico García Lorca
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.
*
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
*
Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
*
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.
*
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
*
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
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