Los héroes del silencio vagan por las calles, impotentes, cabizbajos, con las manos entumecidas de levantar escombros, restos, cuerpos, de escudriñar entre las ruinas algunas esperanza; siente aun en sus manos el palpitar ínfimo de los niños, mujeres, hombres, ancianos que pudo levantar entre cadáveres, aquellos que fueron “rescatados” y que ahora deambulan a su suerte, o mas bien fatalidad, sin destino, sin abrigo, sin ganas de vivir sino esta el ser querido, sin un techo, sin comida, sin mas promesas que el de resistir unas pocas horas mas.. Carga a cuesta, el peso insoportable de los gritos, de los llamados de auxilio que se dejaban colar bajo cientos de polvo, rocas, lodo, troncos, cuerpos inerte, aquellos que no comprendía por no conocer el idioma, pero le hacia inferir que esas personas seguían respirando, no por mucho tiempo, que seguían luchando, ya no con tantas fuerzas, que merecían ser salvados, y no pudieron llegar a tiempo para devolver un sorbito de aliento, de paz…
Los héroes del silencio transcurren las noches como los días, imparables, sin descanso, sin tomar un segundo para elevar una oración por los amigos caídos, sus lagrimas se guarecen en la garganta, sus ojos vidriosos le nublan algunos minutos sus sentidos, pero no hay oportunidad para quejidos.
Los héroes de Haití esperan que reaccione la tierra, que se materialice la solidaridad de sus pueblos hermanos, y que en un mañana cercano, sea posible enrumbar su camino, fuerte, dignificante, autónomo, bendecidos por ser la primera nación de América en abolir la esclavitud, y lograr el respeto que su pueblo combativo a pagado con sangre y lagrimas.
(no escribo bonito, pero entre tantos sentimientos y vainas por decir se pierde el orden, el estilo, solo quiero hacer llegar lo importante que cualquiera de nosotros puede aportar con un poco de esfuerzo…es determinante)
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