¡Ay bendito dolor!
No dejaré de dolerte,
Gracias a tus punzadas
Me siento el alma.
No dejaré de llamarte
Con versos lagrimosos.
No dejaré de verte
Entre las fotos ni de
Rozarte antes del sueño
Con las manos de los
Tristísimos pensamientos.
No te abriré la puerta,
Para que te vayas
Tras aquella que te dejo
Aquí presente, en mí.
Texto agregado el 14-01-2010, y leído por 164
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