En cuevas de marfil o en telarañas de seda. Ahí vive el amor travestido de inocencia como el icono tan orgulloso del mundo. Y así ,sin mas, lo subieron al podio vergonzoso
de las perras costumbre ética y de los buenos envejecimientos sociales,
lo adaptaron, lo modificaron y lo mandaron a la venta como un hermoso utensilio, o mejor dicho, herramienta ,casi sin utilidad para retener el cause de la naturaleza humana ya perdida hace mucho tiempo por utensilios muy diferentes a éste.
Algunos llamados religión, otros llamados política, y otros llamados sencillamente estupidez humana o vagancia intelectual dependiendo de la descompostura del consumidor en ese, u otro momento.
Si bien estoy de acuerdo con el amor, no estoy de acuerdo con el amor del hombre,
modificado a gusto por simple comodidad y conformidad de nosotros mismos.
La laguna putrefacción de fidelidad que no acaba de llevar mentira en un pozo de mierda acariciado por las dudas de siempre. Si la fidelidad no existiera el amor talvez viviría, pero como puede vivir tal cosa, si está la trampa, la mentira, el ahogamiento, la sed empalagosa de morir por el otro sin sentido alguno, o bien , sin sentirlo siquiera.
Como prohibirle al león comer carne después de miles de años de hacerlo, genéticamente lo hacen.
Como prohibirle al hombre aparearse con otras criaturas de su especie , genéticamente lo hacen. Y TODOS, lo hacen.
El ser humano es el único ser deforme que a existido en este hermoso lugar que por nuestra deformidad o lamentablemente evolución, hemos destrozado, desmantelado a nuestro gusto y que por deformes seguimos haciendo ahora, con conciencia.
Por eso, no creo en el amor del hombre, está podrido, esta perdido y olvidado y lo remplazó la monotonía de simplemente hacerlo porque si , por egoísmo, por costumbre social por miedo a vivir de otra manera.
El amor solo es amor si es libre, y bien sabemos ustedes y yo, que ni el hombre, al igual que el amor del ser humano, no existe, ni existirá al igual que la libertad .
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