Yo te miraría achinado
borracho de cansancio
embriagado de casualidad
ensimismado de aburrimiento
cansado de la vida banal
que si yo le doy importancia a rozarte la mano
es cosa mía

Porque a cada uno el amor lo golpea diferente
a algunos, zagales
los absorbe
los aprieta con manos multisabores
los recorre con caricias abrasadoras
los encadena a la dulzura de la piel ajena
se proyecta más allá del tiempo
y se retrae a los resquicios de tu piel perfumada
al ápice de tu rincón mas hondo

Y maldeciría el minuto
en que nuestras existencias se toparon
aquel instante azaroso
en que nos vimos y nos despreciamos
nos odiamos en secreto
nos hablamos por compromiso
nos miramos con indiferencia
por días
meses
años

Y luego, te miré con cariño
y bendigo el segundo
en que nuestros cuerpos se toparon
el instante en que se nos escapó el resquemor
cuando nos amamos en secreto
cuando te desee en lo mas profundo
fuiste novia mía
el pedazo que no me faltaba
la media mitad que no necesité
y te amé por eso

Y hoy maldigo las horas eternas,
el perfume que olvidas junto a mi almohada
tus cabellos abandonados en mi chaqueta
tu sombra que se une a la mía en la acera