Quiero imaginarte
tocando mis sombras,
recorriendo mis lunas.
Deseo que tu lengua
sea quién descubra mi orilla, mis mares,
y que tus manos, curiosas,
caminen en los desiertos de mi piel
en busca de placeres prohibidos.
Te deseo… en mi… conmigo,
llenando de sosiego mis anhelos,
colmando con tu aroma mi memoria.
Te quiero en mi espalda
marcándome con tú bandera,
susurrándome al oído tus deseos,
esos que ni la misma noche sospecha.
Me doy entera a ti,
a tu aliento fulgurante de pasión,
me ato a tu piel,
colgada a tus caderas,
ahogando voces en gemidos.
Llévate mi piel, mis manos,
que no son nada si no tocan tu vida.
Llévate el calor de mi sol,
ese que en mi cuerpo sólo tu enciendes.
Por ésta noche, hazme tuya… hasta la eternidad…
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