“Las espinas de la rosa”
-La trampa, las elecciones sin participantes y las rosas robadas-
III

-Me quede seria ante lo poco que había, leído, así que trate de leer todo lo que decía la carta palabra por palabra para poder asimilar lo que estaba escrito que era:
“Natalia.
-“Quisiera poder decirte cuanto te he extrañado desde que tu no asististe a nuestra cita, sin embargo creo que tu me estas evitando y eso me duele de gran manera. No se por que crees que yo te haría un daño si estoy contigo ya que lo que te dije esa vez que te robe el beso fuera del auditorio es cierto, quisiera que supieras que todas las noches he pensado en ti ya que aun en mis sueños recuerdo el sabor y la textura de tus labios y de tu expresión inocente, además del rubor en tus mejillas que aparecieron cuando te bese esa ocasión.
-“Tome este medio para que tu al leer estas líneas sepas que te quiero mucho y no voy a descansar hasta que tu y yo seamos pareja, me muero de celos cuando se que alguien mas te mira y no pienso dejarte a otra persona ya que no hay otra mas adecuada para ti que yo. No quisiera chantajearte diciéndote que al ver que no vendrías esa noche yo llore ya que tenia la esperanza de que te olvidaras de Mónica, no quiero decirte que lo hagas, pero solo te pido que también a mi me escuches y te hagas a la idea de que voy a estar detrás de ti el tiempo que sea necesario hasta que me aceptes y me digas que si.
-“Has de pensar que estoy obsesionada contigo y la verdad es cierto, perdóname por ser tan directa y franca ya que no he sido de otra forma y a mi me gusta siempre tener conmigo lo que siento que me pertenece y ambas sabemos que el beso que te di significo algo, mas de lo que pudo haber significado el beso que te dio ese día Mónica.
-“Me tome el atrevimiento de incluir esta rosa, ya que alguien me comento que a ti te gustan las rosa. Al cortarla, me recordó a ti ya que es blanca como tú alma y suave como tu piel, así que acéptala por favor.
-“Te ama, Judith Delgado Alanís.
-“P.D. Pasare por ti al terminar las clases ya que quiero hablar contigo”.
Mientras leía cada palabra lo único que podía sentir eran los latidos de mi corazón y una turbación que se expreso en mi cara en forma de sonrojo y de cierto calor. Al terminar de leerla, la guarde de nuevo en el escritorio de mi pupitre junto con la rosa cerré el cajón. Me quede en silencio hasta que Alejandra intervino.
-Y…… ¿Qué piensas hacer?
-¿Eh?, nada, así son las cosas lo único que puedo hacer es escucharla y decirle que no tiene porque estar así conmigo.-fue lo que conteste.
-En verdad solo harás eso. Yo creí que te enfurruñarías o algo parecido-dijo Ivonne- además si lo analizas bien, creo que tu postura es la mas correcta, si afrontas el problema solo pasaría lo que te había dicho que pasaría, así que tu tienes la ultima palabra, aunque nada esta determinado.
-¿La otra vez?- pregunto Lei.
-No es nada, solo son ocurrencia de Ivonne, así que no importa., pero ¿tu que me sugieres hacer?, seguirla evitando a ella y a Mónica mas tiempo o hablar con ella seriamente.
-Sinceramente es algo serio, pero lo que me gustaría saber es quien fue quien le aviso acerca de que a ti te gustaban las rosas.
Lei y yo nos quedamos viendo hasta que la respuesta apareció en nuestra lengua, la única que pudo ser capaz, Vanesa. Si eso era cierto eso significaba que Judith debía de saber de las cosas que yo le conté a Vanesa que sucedieron, así que era lo más probable. Lei se levanto molesta de su asiento y tomo a Francesca y a Alejandra y se las llevo por la puerta. Ivonne y yo nos quedamos desconcertadas por la actitud que había tomado. Mire a Ivonne y de repente Lei volvió a aparecer por la entrada para decirnos.
-¡Ustedes dos esperen aquí, no tardaremos!
-¡Si, así lo haremos!- nos había impresionado tanto el cambio de Lei y lo mejor que hicimos fue el no objetar ya que era nuestra primera idea o al menos era lo que me pasaba por la cabeza. Después nos juntamos a las ventanas hasta verlas aparecer; yo suspire y dije sin quitar la vista de la ventana.
-Jo, ¿adonde habrán ido tan apuradas?
-Realmente no lo sabes-dijo Ivonne a la cual volví a mirar y en ella se formaba una sonrisa para después seguir hablando- van a reclamarle a Vanesa acerca de lo de la nota, pero yo tengo mis propias conclusiones acerca de lo que pasara.
-¡¿Ah, si?! y si tu lo sabes por que no lo dices. ¡Vamos, dime tus conclusiones!
-Ellas –empezó a decirme ya mirándome- van a donde Vanesa, pero yo creo que ella en esta ocasión no tiene nada que ver, el porque aun no estoy segura, pero seguro se que tiene que ver con la discusión que tuvieron la señorita Brenda y ella, así que si eliminas todo lo posible, lo único que queda es la verdad. No me digas que no te habías dado cuenta. No se que fue lo que paso el fin de semana, pero estoy completamente segura que tiene algo que ver con Mónica ya que eso explicaría el porque Vanesa y Lei se fueron este fin de semana además de que tu estuvieras muy feliz mañana, o ¿me equivoco?
La mire fijamente, en verdad me estaba convenciendo cada vez mas que tenia un letrero en la frente y que la gente podía leer mis pensamientos en él, pero era muy sorprendente que Ivonne supiera casi lo que paso, empero ya que lo mencionaba era cierto que Brenda sabia acerca de que Mónica las había engañado y también acerca de que ella salió de mi habitación el domingo cuando Lei y Vanesa llegaron, pero de que manera iba a saber acerca de las rosas, esta era la falla en la hipótesis de Ivonne. No se lo mencione ya que seria darle mas armas acerca de lo que había pasado hacia dos días aparte de que no me la quitaría de encima con el interrogatorio, mas bien mire a la ventana y vimos como Lei, Franchesca y Alejandra salían y se dirigían al edificio de las alumnas de segundo para desaparecer por la puerta.
Mientras esperábamos a que saliesen del edificio, un espasmo se sintió en mi cuerpo, era como si una parte de mi le gustara que Judith la acosara de esa manera y como si quisiera en verdad ser mimada por ellas dos mientras decía o trataba de decir que no me importaba, sin embargo pensé solo por un instante que Judith era atractiva y también me había cautivado su detalle, además de que el beso que medio era muy parecido al que me dio Mónica en esa ocasión. Mi corazón estaba tranquilo y no quería dejarlo emocionarse por nada de esto, era claro que no sabia que era lo que debía de hacer cuando viera a Judith una vez que terminaran las clases, si embargo sabia que no tenia porque estar así, ya que Mónica y yo no éramos nada, era verdad que había pasado algo entre nosotras pero mi confusión no me dejaba pensar claramente.
Las tres chicas salieron del edificio de enfrente y entraron nuevamente en el nuestro, mientras la campana volvía a sonar para que regresáramos a clase, fui acompañada por Ivonne a los vestidores donde nos encontramos a Lei y las demás.
-Entonces, ¿fue ella?-pregunto Ivonne
-Juro por su madre que no había dicho nada acerca de las rosas- dijo Lei- además hablando con ella sentí que nos mintiera, ¿verdad?-decía al dirigirse a Franchesca y Alejandra que corroboraban lo dicho.
-Solo queda una responsable, ¿no es así Natalia?
-No creo que fuera Brenda, es decir, si paso algo con la prima de Lei, pero tratar de ayudar a Judith de esa manera solo para que Mónica no se acerque a mí……..
-No, esta ves se equivocan las dos-dijo Franchesca meneando la cabeza- la señorita Brenda estaba ahí con Vanesa cuando llegamos y Lei le reclamo también, pero ella contesto que no sabía lo que había pasado.
-¿Me equivoque?.....no lo puedo creer con los datos que tenia juraría que la culpable de este embrollo seria Brenda.
-Sin embargo ella dijo no haber sido-hablo Lei que miro a Ivonne y a mi antes de separarnos de Alejandra que se despidió y subió al cuarto piso para continuar con sus clases- ya que si hubiera sido Vanesa a ella no le hubiera importado que Brenda estuviera ahí, lo hubiera dicho regodeándose de ello, y si hubiera sido Brenda a ella le importa mas no verte con Mónica, así que para que ocultarlo, esto vino de alguien mas.
Sin embargo la presencia de ese alguien mas era lo que no cuadraba en la historia, era muy improbable que Irais supiera de mi gusto por las rosas y quien era la única persona además de Mónica que sabría de las rosas era muy conveniente todo ello. Y aunque trataba de atar cabos la verdad era que no encontraba un extremo que se pareciera para unir todo esto. Lo único que tenia por seguro era que Judith me estaría esperando al terminar las clases, nos dirigimos a nuestros casilleros y nos empezamos a quitar la ropa.
Mientras nos cambiábamos, la profesora llego y nos apuro, pidiendo a Franchesca y a Lei que al terminar bajaran al primer piso donde les entregaría un saco con balones de baloncesto ya que tendríamos practica. Ellas asintieron y salió de los vestidores. Lei que estaba a mi lado parecía que quería decirme algo pero mejor guardo silencio y se fue junto a Franchesca. Espere a que Ivonne terminara de cambiarse y ambas tomamos los uniformes de Franchesca y de Lei junto con sus toallas y los nuestros para asearnos antes de regresar a clase de ética y bajamos hasta la planta baja caminando hacia el gimnasio. El cielo se cubría cada vez mas de nubes eso presagiaba que dentro de unos días empezaría a llover torrencialmente, además de que esa semana empezarían las elecciones de las actividades extracurriculares.
Llegamos al gimnasio y colocamos los uniformes de ellas y nuestros en las gradas y comenzamos con el calentamiento, al poco tiempo llegaron Lei y Franchesca con un saco negro y a cada alumna le entregaron un balón naranja de baloncesto. El profesor se puso a dar indicaciones y las acatamos rápidamente. Después de un tiempo agotador llego la hora de terminar y guardamos los balones de vuelta en la gran bolsa negra, Lei me pidió ayuda, yo la acompañe mientras las otras chicas se adelantaban en las duchas.
Cuando dejamos los balones en el almacén del primer piso, y caminábamos de vuelta al gimnasio, Lei me dijo:
-Ella…..ella estaba ahí, y cuando escucho lo que le dije a Vanesa y Brenda, salió disparada del salón. No la había visto que estaba detrás de mí y cuando la vi era muy tarde, creí que había venido a buscarte, pero al no verla pensé en que había salido a ver a Judith.
Con lo que me dijo sabia rápidamente que se estaba refiriendo a Mónica, pero la pregunta era, ¿A dónde fue?, tanto Ivonne como yo no la habíamos visto salir del edificio, así que si salió para ver a Judith y reclamarle la única forma de hacerlo era por la otra salida que daba al auditorio.
-Pero hablando en serio, ¿Qué piensas hacer respecto a esto?, piénsalo bien porque cualquier cosa que hagas solamente servirá para exculparte y no podrás decidirte.
Cuando termino de decir esto Lei, me recordó mucho a mi hermano Arturo, sabia que tenia que dejarle claro a Judith que ya no me interesaba jugar este juego en el que posiblemente una de las dos inclusive Mónica terminaría muy mal, prácticamente parecía extraordinario que pasara esto, así que no sabia si estaban jugando o no.
Regresamos al gimnasio y nos aseamos para regresar al cuarto piso donde nuestra última clase aguardaba. Al terminar baje rápidamente encargándole mis cosas a Lei mientras llevaba en mis manos la rosa y la carta en el sobre, ya me había decidido acortar esto por lo sano así que baje y ella ya me estaba esperando en la entrada.
-Hola Natalia, ¿recibiste mi mensaje?
-Si.
Respondí mientras me acercaba a ella para quedar frente estirando la mano en la que tenia la rosa y el sobre la cara de seriedad de ella fue quitada por una sonrisa que vino de su boca.