No fue necesario morderte para saber que tu sabor era más dulce que la miel virgen de los prados...
No fue necesario creer tus palabras para volar sobre tus nubes... y no fue menester volver a verte para que el corazón me latiera un par de veces antes de desaperecer entre mi carne inerte... Te amo... por última vez...
Texto agregado el 11-01-2010, y leído por 154
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