El murciélago de oro.

En el medio de un bosque había una gran cueva en la cual vivían miles de murciélagos.
Ellos salían en cada atardecer y volaban por el bosque buscando algo para comer.
Un día se dieron cuenta que había aparecido entre ellos, un murciélago de oro, era diferente a todos ellos, pero igual lo aceptaron y lo invitaron a volar en la tarde.
Pero, desafortunadamente el murciélago de oro no sabia volar.
Todos se preguntaban de donde había salido ese murciélago de oro, más nadie conocía la respuesta.
Un día de lluvia, caminando por el bosque, el hada de los vegetales encontró la cueva, ingresó a ella para guarecerse, y vio inmediatamente al murciélago de oro que resplandecía, entre los miles de otros murciélagos, los cuales eran negros.
El hada de los vegetales tenia una varita mágica de sauce, y siempre había envidiado al hada de los minerales, la cual tenia una varita de oro.
Tratò de cazar al murciélago de oro, para convertirlo en una varita mágica de oro para ella, pero éste empezó a dar saltos, tratando de huir, del hada de los vegetales.
El hada de los vegetales, que no era tal sino que era una bruja malvada que se hacia pasar por hada, estaba desesperada por cazar al murciélago de oro.
De repente recordó unas palabras mágicas que dejarían parado y estático al murciélago de oro.
Retaplum, ratatán, te digo estas palabras para que no puedas andar ni saltar—le gritó--.
El murciélago de oro se quedó parado…no podía saltar ni caminar mas…
Las palabras mágicas del hada de los vegetales parecieron surtir efecto.
Riendo a carcajadas, la bruja malvada disfrazada del hada de los vegetales, se abalanzó sobre el murciélago de oro.
Grande fue su sorpresa, cuando éste se escapó volando de la cueva y se dirigió a través de la lluvia en búsqueda el arco iris y se refugió al final de éste.
De ahí viene la leyenda que al final de arco iris hay una marmita de oro.

Tursol