Patética
la sonrisa del
enamorado
que piensa
haber
descubierto
el motor
del mundo
a cambio
de un aburrido
flirteo
que acaba
en la tumba.
Triste
es la existencia
del
buitre
que se alimenta
de los cadáveres
de los novios
muertos
en las guerras
y los caminos
porque sabe
que más
allá
no hay nada.
Texto agregado el 11-01-2010, y leído por 121
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