Carta II.
A mi amor,
Te escribo porque es la única forma de que me escuches, aunque hay veces que te siento tan cerca que me parece que escucharas todo lo que pienso. A pesar de la distancia tus recuerdos están presentes en cada segundo de mi vida, hay tardes tan maravillosas en donde mi delirio por ti me hace soñar despierto y allá en el horizonte imagino la transparencia de tu rostro sobre el fondo de miel de ese cielo tan agitado: tu cabellera cubriendo los árboles y tus labios robando mis deseos. Te recuerdo porque mi corazón no puede olvidarte, él te ha soñado desde siempre -bella musa de mis tiempos-, a tu lado ha aprendido que la felicidad se vive bajo la sombra de tus pechos, sobre el revés de tus besos, sobre el sudor de tu piel, sobre cada mirada de tus ojitos café y es que desde que apareciste en mi vida sólo hay amor para ti, sin condiciones, sin miedo, sin temor y es que todo órbita a tu alrededor. Te escribo porque quiero que sepas que el amor que siento por ti es muy grande, tan grande que si la vida me diera cien años más, cien años más soñaría contigo, y por el simple hecho de existir para mi, por haber desordenado cada átomo de mi cuerpo, por amarme aunque no estés, mereces cada letra, cada palabra que mi boca formule, !todas son tuyas! No quiero repetir tantos te amo porque se que lo sabes, no quiero empalagarte de mis sueños y mis deseos porque se que los conoces, sólo quiero que entiendas que la distancia no disminuye el amor, todo lo contrario, lo hace más grande y que los recuerdos hacen una cadena de pensamientos uno tras otro y que te sueño despierto o dormido no importa si es lunes o domingo tus recuerdos no paran. La distancia sólo da pie a que mis letras se organicen en un concierto de música y sonido y que en cada palabra, en cada verso este tu nombre como crisálida nocturna. Te amo, aunque estés ausente. Te amo sobre todo en esas noches en donde el cielo parece agujereado de estrellas y la luna parece un orificio hacia otro universo, hacia nuestro mundo. Me calma saber que estés donde estés, sé que estás bien y que también piensas en mi, talvez no con el mismo delirio de mi corazón, pero se que mis recuerdos están presente debajo de tus parpados, en tus pupilas, en cada e-mail que recibes, en cada poema que lees, en cada día que pasa. Aunque yo no este a tu lado y aunque tu no estés a mi lado, hay un bello lazo, hay un bello sentimiento que recorre nuestra esencia, nuestra carne, nuestra sangre y que nos une, que nos llama y que nos insita a pensar: tu en mi y yo en ti. Te amo y no puedo creer en nada más, no puedo alejar mi vida de la tuya, aunque lejos te encuentres, sería como quitarle a la mañana el roció, seria como impedir que la luna se hunda en el mar o que mis mariposas se quedaran sin alas o que las estrellas brillaran de día. No puedo creer en nada más, y esa distancia tan larga como tu cabello y tan ancho como tus pupilas me empuja a escribir bajo el último párrafo de tu querer y a dibujar sueños azules hasta el amanecer en espera de que tu amor toque mis labios. Te amo y mientras mi mano escriba siempre habrá un poema para ti y si en algún momento dejara de escribir siempre habrán otros poetas que escribirán por mi. Y aquí entre este cielo y esta tierra te esperare no con los brazos, ni con el corazón, ni con los ojos abiertos sino con mi soledad y mi silencio bajo el fervor de mi boca. Te extraño mucho......
De ciber
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