Eres la primera en poner límites A las ensoñaciones de mi boca Dejando en puntos suspensivos Las intenciones de mis labios Osaste desahuciar mis manos Dejándolas a la intemperie En el frío de la confusión Y los tristes desamores. Me convertiste en cobarde Que rehúye de tu encuentro Pero que no deja de pedirlo En el más absoluto silencio.
Texto agregado el 10-01-2010, y leído por 199 visitantes. (2 votos)