Ahí,
el sosiego en los pasadizos bajos,
en los gigantescos senderos antiguos.
…lugares diseñados en confusión extrema.

Conspirando en tu adultes invisible,
en busca de tu implacable virginidad,
la de tus parpados en mis labios.

Otorgándome duda,
sin arrepentimientos…
para mejorar mi voz ante tu belleza delineada.

Sorprendiéndote en el laberinto,
escapándonos en un jugueteo perturbador,
caprichos deslizándose en la bruma,
entre pilares agrietados…

Mi sudor en tu espalda,
y tu piel temblando en asombro,
bajo los portales de vidas ajenas…
con las ruinas observando.

(Empiezo a recordar tu respiración roja)

En la complicidad de los cuerpos extraviados.
desarrollándonos en el laberinto,
topándonos… enfrentándonos,
arrebatando minutos al desastre,
prolongando la agonía hermosa…



- ¿Señor?.
- …un café expreso por favor.

Son la once y media,
la inercia de las gente ocupada,
yo encerrado en un café de vidrios “gigantes”,
recordando algunas cosas…
recordando un laberinto del cual no se como escape.