Primer cigarrillo…

Un arco con una flor
Un alma con dolor
Una lagartija de color
Un perfume sin aroma
Una rosa con tu olor

Un verso sin disfraz
Sigo sin querer hablar
Una mano que se extiende hasta la luna
Reloj. Tiempo. Avanza. Mar. Olas. Arena.
El azul de la montaña
Una estrella que no puede brillar

Un boceto de sonrisa
Un intento de caricia
Un fracaso de palabra
Tu compañía por la mañana

Un labio adormecido
Una hormiga sin camino
Canciones sin sentido
Suspiros escondidos

Una pistola que se llama lámpara
Una café que se llama arco
Una ventana que me observa
Y yo que simplemente siento

Un tributo a una amiga
Un pétalo con sabor a vals
Un adorno que pretende ser ratón
Y los fuertes latidos de mi corazón

Una corta espera
Un acertijo color manzana pera
Una carta que se llama menú
Un cigarrillo que acaba de morir
Una página que se tiñe de azul
Sigo sin saber qué sentir

Una pierna inquieta
Un rasgo de capricho
Pregúntame la hora
Que no creo que te responda
Pero con este anhelo y este verso
Nadie podrá negar lo dicho

Se acaba la semana
El tiempo se me escapa
Sigo con la pena
De no saber qué es lo que pasa

Segundo cigarrillo…

La espera continúa
Un sabor a gasolina
Qué bien poder ser niña
Pero qué mal no poder cambiar la vida

Le pido a las estrellas que me dejen ser
Y a la señora luna que me deje crecer
Le pido al señor sol que me deje de ver
Con esos ojitos que me hacen desfallecer

Es demasiado gris esta rutina
Es demasiado pálida esta tinta
Pero por suerte veo venir esta cajita
En la que me encierro a ver pasar la vida