De la sangre que derramo solo quedan quedas manchas ni las uñas ya me como ni vivo a rachas De un camino continuo te recojo entre mis brazos y mi pelo enmarañado se derrama por tus hombros Y te observo, mudo en un bosque de sombras y buceo extasiado en el lago de tus ojos Con la luna se han callado mis más fieros pensamientos y tu voz los ha dormido con tres puntos suspensivos. Se han callado, se han perdido en espacios infinitos las palabras que te pido solo huyen mis oídos del tedioso eco de mis gritos.
Texto agregado el 08-01-2010, y leído por 96 visitantes. (3 votos)