El Pueblo lejano
Sin las costumbres
No se puede vivir desde
Unas mañanas
Será que las inicuas mentiras
Añaden, forjan, repiten,
Con el recuerdo
Que hemos dejado.


Porque el tiempo
Es el cultor,
El mecenas,
Y el espacio en su regular péndulo.

Porque el lenguaje
De palabras pasan y mueren
Y
Sus disputas de día a días.

Dejan manos pesadas sobre
La gente.

Tratándose de hojas muertas de mi infancia
O vivas, que no es lo mismo
Un balancín,
Una cuerda,
Un aro suspenso en el aire
Un pan caliente en la boca de un hombre.


Una alusión
Que
El árbol sigue su justo sentido vertical.

Hace mucho tiempo
He dejado el valle de mi infancia
Y esta igual como lo deje
Sigue allí impertérrito
En el mismo sitio donde lo
Ha detenido la inercia.

Mentalmente revindico un paso fotográfico
De la alegría,
¿Pero donde se encuentra?
Los conocidos muertos con sus minúsculos
Cuerpecitos
Yacen
En sus
Huertos.

No se han movido
Para nada,
Pero nadie les hecha flores,

Siguen muriendo en el mismo sitio
Las locas palomas,
La manada de caballos no se ha movido,
Tampoco han hecho largos
Viajes los más inquietos Del lugar.

Fingiendo la modernidad de siempre.
Sabemos que lo oculto no miente
No asesina el viaje mental de los vacios,
Porque la verdad es tan solo una ventana.

Como otros sitios moribundos

Y ha la hora de pasar el ángel redentor
Lo despide el oscuro
Tiempo sin claridad.

Que atrasándose inexorablemente
Porque las horas son justas
Aun que no lo creas,
Como alguien con alas blancas
Vuelan antipatías por los patios
Estrechos.

Las mismas muecas conserva la gente
Aunque el estúpido sin
Sentido se crea misterioso.

Juan_Poeta