No es la vez primera que me hago un examen de conciena
No es la vez primera que camino sin prudencia
Solamente, este frío y este tedio comprenden este misterioso descuido...
Podré volver, con nuevos atavíos...
pero no hay tiempo ni amores que cambien este inquietante suspiro...
¿ Y si susurro y no hay viento?
¿Y si mi alma es un espejo?
¿Y si mi dedo pulgar escribe arameo?
¿Y si mi paciencia es de porcelana?
¿ Será que entré por la puerta equivocada ?
Texto agregado el 06-01-2010, y leído por 121
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Lectores Opinan
21-01-2010
Tuve un descuido como el tuyo, quisiera haberme formulado menos preguntas que las tuyas, ahora leo haber si encuentro respuestas. pintorella
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