después de toda tormenta
brota la calma, el sosiego,
el paseo entre el hombre y dios...

miraba la calles
siempre llenas de concreto y lejanos silencios
nada detenía su dulzura invisible
era la calma andando
atada a mi mano...

no siempre será así
habrá momentos duros, muy duros como las calles
pero siempre la paz brotará
mas grande que nada y apreciada por siempre...

miraba mis pasos,
mis manos,
el cielo,
el cuello largo de dios,
la noche acusadora de silencios,
era tan tierno volver a existir
pues
estaba muerto hacía tanto
que olvidaba el rostro tierno de la paz...

es tan lindo volver sobre sus pasos
mirando el cuello de dios
que se llena de dicha todo mi ser
cuando subo a la cima mas bella
y encuentro tormentas sobre cada humanidad
y encima
la paz, la sabia paz
esperando secar nuestras lágrimas y pesadillas...

cuando llegué a mi hogar
miré el cielo
el cuello de dios se hizo cola de cometa
y la noche se hacía amiga del devenir
era una tormenta, una mas
pero ya sabía
que tras de todo
estaba la paz,
mi gran amiga,
mi eterna alianza con la vida....