Y me consumo en la agonía. Dentro de ese laberinto del cual no eh podido salir, sigo el mismo camino, doy vueltas y vueltas pero tengo miedo de sacar lo que existe en el fondo, el lugar al que me conduce me aterra, me resigno a frecuentarlo.
Cada suspirar es un delirio de impotencia, de liberación reprimida, malas hierbas consumen mi tallo, se apoderan de mí decorándome con euforia artificial, lo cual no me molesta, ya que siento miedo, mucho miedo de estar atrapado en aquel espacio de memorias e inconciencias que demacran mi esencia natural.
¡Quiero huir¡ correr , dejar todo atrás y fingir que nada pasa, la cabeza me retumba, me juzgo débil, cobarde, mi valentía desapareció ya hace algun tiempo, no me quiero enfrentar a la bestia que me tiene cautivo, deseo gritar que necesito amor, necesito ayuda, pero mi inconciente no me lo permite; me ahoga en pasión y alcohol, mi cuerpo da dosis enteras de cariño y grita en silencio que gustaria recivir el doble de afecto que derrama.
No puedo huir mas de esta batalla, enfrentarla y destruir aquello que me perturba es el arma secreta que acabaria con toda esta guerra constante que revive dentro de mi ser cada despertar, no puedo permitir que siga desgarrando mi alma.
Expediciones con el arma secreta y posiones mentales me ayudarian a encontrar el camino; conquistar de nuevo las tierras perdidas para inundarlas de amor y felicidad, para así florecer campos de paz.
Solo espero con ansias ocultas armarme de valor; ¿Qué estoy esperando? ...
No quiero saberlo.
|