Un viejo llamado José Enrique Crousillat, se le ve alegre y sonriente recibiendo el dinero de otro corrupto llamado Vladimiro Montesinos, en la sala del SIN, condenado y enviado a prisión como debe ser en todo país civilizado, sin importar la edad, sexo, religión, dinero, y pagar sus delitos; no tiene nada que ver que este enfermo o no, porque hablando entre nosotros, a quien le interesa si vive o muere un ser abyecto como ese ¿para que sirve su vida? No ha aportado nada a este mundo, su existencia no a sido una bendición, solo ha traído cólera, violencia, celos, codicia por el poder, con sus programas de televisión basura, solo privo a la humanidad de su humanismo, ayudo a caer a muchos por debajo de su propio respeto, incluso por debajo de los animales.
La corrupción y la democracia son como la simbiosis entre el cangrejo y las anemonas que se colocan sobre su caparazón, esta es la gran tragedia de esta cleptocracia, esta inhabilitada de destruir la misma infección que la destruye.
Amigos Argentinos, este corrupto llamado José Enrique Crousillat López Torres ha huido a refugiarse en su país, todo su dinero es sucio, lleva el sello del hambre y la miseria de todo un pueblo grabado, ha sido indultado por un gobierno que salió elegido como lo decían todos TAPANDOSE LA NARIZ.
Me recuerda el caso de Clinton que utilizo los privilegios de la casa blanca en el 2001, indultando a un estafador financista judío, el banquero Marc Rich, entonces prófugo de la justicia y escondido en alguna parte de Suiza, sobre el que pesaban cargos de fraude, evasión fiscal, y negociaciones petroleras ilegales, como lo reconocería James Carville amigo y asesor del controvertido ex presidente.
Malos son los hipócritas puestos en gobierno y poder, porque con ese titulo tuercen la justicia y ejecutan su violencia, llamándose gobernantes destruyen y profesándose guardas de la comunidad y su ley, negocian solo sus intereses.
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