Ahora iré
entonando caminos,
iré de mujer farandulera
de escenarios recorridos
con la voz de mis poemas
con la noche entre las manos
donde no llegue la quimera.

Ahora
seré pasto verde que se riega
que nutre con la vida
el campo de mis letras.

Se ha cerrado el libro
en que imprimí los volantines
donde la adolescencia
vino
a comer de mi cosecha.

Ahora iré
mujer hacia el olvido,
mis pechos se guardan
al son de un vil camino,
mis piernas se visten
de faldas con antenas,
mi boca se cierra
no hay beso que me tenga.

Ahora iré
cándida sin pena,
sin la rabia de unas manos
al ritmo de mis notas
sin amor y sin prisa
sin viento y sin aldea.

Ahora iré
de pelo al viento y nueva
con poros que acarician
sin culpa la marea.

Ahora iré
corriendo hasta mi hoguera
donde sé seré la musa
viviendo hasta que muera.