UN AÑO MÁS, CON MÁS JUSTICIA
Hay una voz que clama en el desierto,
Míralo, en su miseria soberana:
“Tened piedad de mí, si aún no estoy muerto,
Bien puede ser que ya lo esté mañana”…
En un portal, con frío, casi yerto,
Desnudo, es un cartón…, manta de lana…
Antes de amanecer, ya está despierto…
¡En su estómago, toca una campana!...
Me acercaré a decirle: “¡Feliz Año!”,
Y le despediré con: “¡Dios te ampare!...
Mi víscera, tan dura como antaño…
Sea el cielo o el país, el que repare
Lo que no hace mi corazón tacaño…
¡Que a mí, lo que es justicia, alguien me aclare!.
EMILIOSALAMANCA
3 Enero 2010
|