… no niña, si el Régulo también tuvo algo de razón. Puchadiego…, no hallo cómo hacer para acercarme a él en la casa que anda tan bravo después del escándalo del campeonato. Con la plancha que ando trayendo no me da ni para ir al almacén de la señora Zelinda, porque ya imagino que la lenguaraz también sabe. Más encima que anduvieron poniéndole más color a la cosa los chismosos de siempre, que hasta sus créditos con la prensa amarilla tuvieron. Lo que hace la gente con tal de aparecer en el diario. Ahí salió el capitán de la División Repuestos mostrando la bandeja de bronce. Que se veía bien el Becan con su pelito lacio y la colita…, es más fotogénico… El Régulo también es fotogénico, ¿no te parece…? Aunque salió medio oscuro en la foto. El resto de la manga ni te lo menciono por andarle chupando las medias al inútil del Régulo.
A mí el tipo ese del Venancio siempre me pareció de lo más dije, pero hasta ahí no más llegaba el asunto. Cuando en los bingos nos topábamos era un hola y chao. Pero en el bailongo…, tú sabes que después de algunos tragos (las piscolas me anduvieron poniendo loca), si tu marido anda hablando de pelotas y peloteros y no te pesca porque los amigotes le alababan lo bueno del campeonato y lo blandita de la carne, pues, todas las micros le sirven a una.
¿Qué?... no, si no se trata de justificarme, sólo que una no es de fierro tampoco, y tú conoces lo recatada y obediente de mi marido que soy, pero es que un momento de debilidad cualquiera lo tiene, y más encima si viene un joven que no digamos que es un Alain Delon, pero tampoco es el murci Rojas, y se pone amable y algo cariñoso conmigo y te dice cómo le va dama y pronuncia tan bonito las eses, todo mi presente católico apostólico romano se va un poquitito a la cresta y me da lo mismo lo que hablen el domingo las viejas de la Legión Misionera después de la zamba canuta que tuvimos con el joven que parecía acabo de mundo como le poníamos talento a ritmo sound, y no me importó entonces la rama del arbusto que me corría unos puntos en las pantys y las hormigas que se unieron al meneo, porque había que imponer velocidad a la performance, para después rascarse los granitos no más y poner todo en su sitio si alcanzas. Demás está decir que no alcanzamos ni a tocar el cielo, tan cerquita que estábamos…
No, si estuvo rico lo que pasa que con la adrenalina de que nos fueran a pillar (que nos pillaron) y las consecuencias que podíamos tener con el numerito (que las tuvimos: el Venancio la de patadas que recibió el pobrecito, y yo con el Régulo que me agarró de un ala después y no me dejó ni arreglarme las medias que quedaron a media asta…), apenas me daba el cuero para concentrarme… Lo comido y lo bailado mija por Dios, no me lo quita nadie…, y hasta recomendaría un remedio naturista así a las veteranas de la Legión…
El asunto es que no puedo dármelas de mosquita muerta con el Régulo porque, siendo celoso como era, ahora que se le había quitado porque ni él me pasaba a llevar en la cocina como antes, le dio con que era una puta de rotonda y que ni siquiera había tenido la decencia de por lo menos haber llevado la indecencia a un motel o habérmelas ingeniado para que el lacho me llevara al mirador de un cerro para darme como caja en la camioneta roñosa que tiene. Cáchate la ondita… El problema no eran los cuernos, ¡era la vergüenza social de los cuernos! ¡¿Y los celos cuando….?! De haber sabido que así tenía cancha tiro y lado me las emprendo con el Venancio al peladero municipal, poh vieja linda…
Así una no puede, más encima si el matrimonio con hijos criados y con nietos en la escuela ha sido toda la vida ejemplar, una canita al aire no es pecado… bueno, casi…, habría que revisar el Concilio Vaticano ese que nombran tanto…
¿Qué decís tú…? ¿Cómo hiciste con el Augusto para que te perdonara el affaire con el Evaristo Villanueva? Porque esta no me va a salir barata, va a tener que ser con una manda a Lo Vásquez, mínimo…, y el resto en cuotas. No me queda otra… Estoy endeudada hasta las recachas por lo menos hasta fin de año. Conociéndolo…
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