un suspiro derretido en tus manos callendo de mi boca lúbrica quemándote la piel Pregonando mis deseos a medio comprender. me transformo en animal si la luz que me alimenta parte de tus ojos y deja semilla en mi mente. Esa mirada ausente que observas plagada de sonrisas distantes bucea eternamente en oscuros paisajes hambrientos de tu luz.
Texto agregado el 02-01-2010, y leído por 111 visitantes. (3 votos)