Todos saben que el enemigo de La Realidad es La Fantasía.

Pues bien hace muchísimos años La Realidad comenzó hacer estragos en la mente de los humanos, limito su capacidad de imaginar, redujo sus ilusiones y quito en ellos todo pensamiento quimérico.

El hombre solo pensaba en un mundo tangible que excluía cualquier acto imposible y sobrenatural, aquello que violaba toda ley lógica e iba en contra de su ritmo habitual de vida era inconcebible. Por eso no tardaron en aparecer las preocupaciones; como el hombre no tenia como liberarlas estas se acumularon en su mente causándole estrés y ansiedad. La vida agradable se había tornado difícil y aburrida.

La Fantasía que miraba todo esto desde el reino de lo irreal decidió actuar, no podía permitir que los seres humanos perdieran la esencia de lo mágico a causa de una realidad tediosa y monótona así que creo el sueño. Ahora el hombre tenía la capacidad de soñar, de separarse de ese mundo concreto a uno ficticio, de trasladarse de lo real a la fantasía, de hacer aquello que en su realidad limitante no podía lograr y de olvidarse un rato de sus problemas.

Las personas comenzaron a volar, a ser héroes, a ser millonarios, a convivir con las hadas y a trasladarse de un país a otro con tan solo cerrar sus ojos. Y es que cuando soñamos nos encontramos suspendidos en un universo imaginario, un universo que quebranta toda ley natural, un universo sin lógica que se expande fuera del alcance de la razón, un universo donde podemos ser y hacer lo que queramos.

La Realidad no se podía quedar con los brazos cruzados, tenia que elaborar un plan para contrarrestar el efecto de La Fantasía, así que se propuso sabotear su invención creando algo totalmente contrario al dulce sueño: la pesadilla. Muchas personas comenzaron a sufrir insomnio a causa de ella, La Realidad creía que si las personas no podían dormir tampoco soñar, pero lo que no sabia era que el hombre había desarrollado tanto la capacidad de soñar que podía hacerlo aun despierto.

Farero.