En el nuevo año que hoy comienza hacen falta muchas dosis de ternura. Distribuírlas con fervor y galanura y hacer feliz a todos los humanos. Para ello he creado una fundación que recibe donativos del amor. Sean ellos bienvenidos con unción y que lleguen a las manos de un señor. En instantes habra paz, lo garantizo pues con él todos se dignan sonreír. Y si a alguien esta idea no satisfizo paro el mundo pues no lo logro concebir.
Texto agregado el 02-01-2010, y leído por 299 visitantes. (13 votos)