Papelito, tenía la edad de los sin tiempo. Cada mañana
llegaba a la peatonal, elegía el umbral de algún negocio y
allí desplegaba su tesoro de papeles. Con sumo cuidado doblaba cada
hoja, cortaba tiras y con las tiras realizaba cuadraditos, casi cortados
con precisión milimétrica.
Nada del entorno lo perturbaba. Los curiosos le hablaban y sus palabras
rebotaban contra el muro de su fortaleza de papel.
Por la tarde dejaba el tendal de papeles, el viento con delicadeza los
esparcía. Una de esas tardes el viento se llevo también a
Papelito, nadie supo mas de él. Solo el viento.
Muy Feliz Año para todos los amigos de este bello rinconcito azul.
Nunca podrán imaginar todo lo bueno que me han dado.
Gracias desde mi corazón.
Texto agregado el 01-01-2010, y leído por 968
visitantes. (60 votos)
Vivir y partir sin molestar a nadie. Bello. pantera1
07-01-2012
Con cuánta facilidad el alma puede desplegarse y volar. 5* Susana compromiso
09-06-2010
Con un papelito hice un vión que llegará hasta tu casa para decirte ¡¡¡Genia!!! porque se necesita serlo para ir sorteando con estilo(sic) y elegancia los obstáculos.Un ramillete de besis. almalen2005
14-05-2010
Este microcuento me ha parecido muy bueno. abulorio