Puedes aislarte una cuaresma en
el Desierto o viajar el globo en
ochenta días. Tal vez decidas
naufragar a la Isla del tesoro
o nadar junto a las cenizas
de Gandhi por el Ganges. Quizás
quieras andar descalza el Camino de
Seda o peregrinar junto a Santiago
por los Pirineos. Puedes, si deseas,
aventurar tu piel en una aventura
con Don Giacomo o ser raptada por
Zeus. Pero el final de cada andanza,
de cada aventura o de cada camino,
Siempre lo hallaras, entre mis brazos.
Texto agregado el 31-12-2009, y leído por 186
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