Tu grito desesperado me despertó aquel día... aún el cielo estaba oscuro y el triste crujir de tu alma me llamaba... me estremecí entre las sábanas y ahogue mis oídos en la almohada... para no oírte, para no oír tu escalofriante y triste clamor, para no enloquecer con tu desgarrado lamentar, ya no tenía fuerzas para soportar y comenzaba a llorar... rogaba que mis lágrimas mataran mi respirar y escapar aun a las tinieblas para no escucharte... inundabas de temor mi alma y la razón ya no tenía cabida en mi vivir. Fue esa madrugada cuando palpé la soledad en la que me dejaste, a pesar de lo mucho que te deseaba a mi lado, te prefería viva, viva con tu eterna sonrisa... tu sonrisa que devolvía el brillo a mis ojos, la que todos envidiaban y que sólo yo tenía.... yo tenía!!!.. pero así... así como me atormentabas no conseguía descifrar tu lloro... en esos momentos fue cuando más desee ser arrastrado por los fúnebres seres a la profundidad del Seol, ser sacado de la oscuridad de mi habitación, de esa oscuridad que me torturaba cada madrugada...sólo conseguía llorar... no sabía que hacer y rompí el silencio:
-Dejame vivir!!!- grite desahuciado...
Me tuviste así hasta el amanecer... y por fin ganaste! .. le anuncié a la vida que ganaste!!... casi enloquecido y en mi intento de alcanzar paz saque tu cadáver del sótano y me declaré culpable de hacerte perpetuamente mia!...
...Ahora, en el tosco espacio de mi celda...soy feliz y mis oídos descansan de tus gritos... de tu lloro!!