No lo ignoro. ¿Qué quieres contarme de este mundo que no lo haya conocido ya? Me dirás que es dilema el afrontarlo, con su curso cambiando en cada día. Pedirás que el caos que lo envuelve no se torne tu silente compañía. Desviarás la vista a sus valores pero igual estará a tu lado todavía. Entonces te diré, sin alegría, la necesidad de resistir a sus patrañas. Solamente queda, amiga mía que no transijas a sus ritos y a sus mañas
Texto agregado el 30-12-2009, y leído por 240 visitantes. (8 votos)