No desearas a tu padre Cap. 19


Si alguno de ustedes ha tenido la oportunidad de amar, pero amar de verdad, sin intereses superficiales, se dará cuenta de las ganas que dan de ser mejores, uno quisiera convertirse en alguien bien grande para poder dar a las persona que uno quiere las mejores cosas para que esta se sienta a gusto, uno se siente a veces tan chiquito como la misma hierba y a veces tan grande como el mundo, y a veces siente uno ganas de reírse mucho aunque no tenga motivo, y muchas veces siente uno un nudo grandote dentro de la panza y con muchas ganas de llorar…
Los cinco interlocutores estaban anonadados sus vidas comunes llenas de ambiciones y de preocupaciones terrenales no les había dado oportunidad de reflexionar en el amor como lo estaba haciendo aquel tipo común, aquellas simples palabras estaban calando hondo en la mayoría de ellos, la más joven de las mujeres había contenido una lagrima que forzosamente se escapaba de sus ojos, se inclino un poco y disimuladamente limpio su ojo, nadie observó esta acción, pero aquel sitio se había llenado de un sentimiento complejo mezcla de nostalgia por los amores perdidos de su vida, y de envidia por que ellos que eran “ciudadanos respetables” no eran capaces de experimentar y menos de expresar de aquella forma tan simple el sentimiento más grande de la vida.
Porfirio continuo; no deseo riquezas ni una casa lujosa o un auto lo único que quiero de la vida es estar junto a ella y decirle lo que siento con mi escaso lenguaje, y más que hablarle quiero hacer cosas para que ella sepa todas las cosas que llevo dentro de mi. Cada trapazo para lavar un coche sucio, cada barrida para limpiar una casa, cada bulto que lleve que sea pensando en ella, quiero dedicarle todos los ratos de mi vida a su persona, yo se que no es mucho pero es lo único que tengo para darle.
A estas alturas de la interlocución los cinco miembros estaban entregados, no utilizo un gran discurso, ni siquiera se apego al 30% de lo que había ensayado con Leonardo, sin embargo tenia a su pequeño publico fascinado, en que consistió, en que Porfirio les estaba hablando con el corazón en la mano, la memoria de él no era muy privilegiada, su educación era casi nula pero aquello que sentía por primera vez en su vida le había limado las asperezas de ser casi un salvaje y evolucionado a ser un ser humano.
Héctor levanto el sello y de un golpe certero en el que marcaba el futuro de Porfirio, anunciaba que aquel grupo, recomendaba ampliamente la liberación con algunas restricciones de aquel ser humano, Porfirio había logrado por fin una segunda oportunidad en su vida.