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El corazón de Melissa



¿Por qué me hiciste esto? ¿Por qué nunca me lo contaste? Siempre me has engañado y en ningún momento sentiste remordimiento alguno. No debí conocerte. No debí hablarte. No debiste acercarte a mi vida. Tantas palabras vacías y yo tan estúpida por habértelas creído. Eres de lo peor.

¿Por qué no dices nada? Ahora ya no hablas, pero, que bien lo hacías cuando de excusas se trataba. ¡Canalla! ¡Inmundo! Nunca debí de haberte dado ese primer beso. ¿Me oyes? ¡Nunca! Me arrepiento de haberlo hecho. ¡Qué asco! Y ¿Por qué me correspondiste? Si nunca has sentido nada por mí. ¿Por qué? ¿No te di pena? Dímelo. ¿Por qué callas? Sí, es cierto, me dijiste que todavía no estabas preparado para formalizar la relación, pero luego decías que me ibas queriendo más y más. Tú me diste alas, maldito desgraciado. Tú permitiste que me enamorara de ti y no hiciste nada para evitarlo. ¿Crees que nunca me enteré que mientras estabas conmigo seguías enamorado de otra chica? No me preguntes como me enteré, porque de tus propias palabras saqué las conclusiones. Cuando hablabas de esa amiga tu mirada cambiaba, notaba otro brillo en tu rostro, tus ojos miraban una luz a la distancia, esa luz traspasaba todo aquello que se interponía en su camino, incluyendo mi presencia, y yo allí callada sin decir nada, miraba al suelo aguantando con la esperanza que mi amor te cambiaría.

Cuando dejaste de frecuentarla creí que mi esfuerzo daba frutos ¡Qué equivocada estaba! Luego me enteré que ella salía con otro chico. Eso seguro te debe haber desilusionado. O tal vez ella ya no quería que la siguieras llamando. ¡Silencio! Que todavía no he acabado. Claro, seguro quieres refutarme esto, pero ya nada se tiene que decir ahora, las cosas ya están hechas y dadas. No hay vuelta a la historia, y seguiremos cada uno el camino que nos aguarda. Maldito troglodita “piensasexo”.

Y ¿Por qué a ella? ¿Por que a tu ex, también la involucraste en este lío? A ella tampoco la querías. Pobrecita, tenía la esperanza de volver contigo. Aun te quería, y tú, maldito bastardo, le decías que nosotros parábamos peleando. Tenías un trío de mujeres en tu vida ¿Acaso no basta con una? Claro, para el cerdo que eres, el sexo es cosa número uno, y no te bastaba con el que tenías conmigo, si no que ibas a buscar más en el cuerpo de alguna dispuesta y ahí está. Tu ex. No la odio ni a ella, ni a Melissa. No, tal vez sí a Melissa, y no le llamaría odio, sino envidia. Aunque ahora ya no la siento, pero igual iría y le entregaría tu corazón, envuelto en tela blanca, para que lo guarde como reliquia. Porque nunca perteneció ni a mí ni a Marisol. ¡Ese corazón solo es de Melissa!

Mantuviste el secreto de tu vida por más de un año. Año en el cual planeamos convivencia, boda, negocio, hijos. Me acuerdo de aquellas tardes por los malecones de Miraflores. Mirando el “sunset” y pidiendo mil deseos. Un buen futuro para “Paladares” el restaurante que abriríamos dentro de dos años. Buena salud para Claudia y Andrés, nuestros hijos. ¿Te acuerdas? Ja. La boda. La tantas veces mencionada boda. Sencilla allá por mí pueblo. Donde irías en terno negro y saludarías a todo mis conocidos. De ahí a la luna de miel. Cada vez que entraba a una tienda de ropa íntima, jugueteaba con mi imaginación cual era el encaje que me pondría para esa noche, y uno de esos es este. ¿Te gusta? Bonito verdad, ya lo disfrutaste. Bienvenido a la luna de miel anticipada. Espero que te haya gustado. Y que este último polvo que te diste conmigo, halla sido el más placentero en tu vida. Espero que no sea el mío, todavía tengo más que vivir.

Toc Toc.

- Señores, ¿Se encuentran ahí? Ya es la una de la tarde. Les cobraremos por un día más si no salen ahora.

- Ya nos buscan. No hagas mucha bulla.

Silencio por veinte minutos.

- Señores, respondan o abro la puerta.

El silencio persiste en el Hostal “Dulce Primavera”. El hospedero agarra su manojo de llaves y procede a abrir la puerta. Una vez abierta, el rostro del empleado, que hasta ese entonces mostraba cejas fruncidas y mirada dura, cambia a una expresión llena de pavor y angustia.

Texto agregado el 28-12-2009, y leído por 247 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
14-03-2010 Oye amigo, creo que voy a continuar leyendo tus cuentos... Me han gustado muchísimo. Y ojalá en algún momentos podamos charlar y evitar dejar comentarios tontuelos aquí... Saludos desde Ecuador. ronalderom
07-02-2010 Macabro pero perfecto. Es bueno poderse sumergir en la mente femenina... BETSYHAAB
16-01-2010 Un final macabro como me gustan a mi, genial.besote ALMAGUERRERA1
05-01-2010 ME GUSTO MUCHO ANENIN
30-12-2009 un cuento de terror! muy apropiado para leer de noche en medio de una tormenta, jejeje DIVINALUNA
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